Yo, Delson Guarate, preso político, injustamente detenido y apartado de mis funciones como Alcalde Municipio Mario Briceño Iragorry, en vista de la situación del país, fijo posición en los siguientes términos:
Exhorto a La MUD a mantenerse en la Mesa de Dialogo hasta tanto se terminen de discutir las liberaciones de presos acusados en causas judiciales con naturaleza política, verbigracia: estudiantes, periodistas, militares, policías o profesionales que siguen en calabozos del Gobierno.
Solicito que la Mesa y el Gobierno cumplan con los acuerdos suscritos con la mediación de la Santa Sede y La Unasur, así mismo respaldo las gestiones de los mediadores de la oposición en esa mesa, así como la de los ex presidentes Zapatero, Torrijos y Fernández.
Escribo desde una cama, en un hospital, donde permanezco preso y luchando por mi salud, libre de todo apremio, y guiado por lo que me dicta mí conciencia. Los dirigentes políticos deben hoy, a la luz de las actuales circunstancias, buscar vías de acuerdo, para sortear y superar las difíciles realidades que vive nuestro país.
Un político no puede ser un hombre frío. Su primera obligación es no convertirse en un ser distante de los dolores de la gente. Tiene que recordar que cada una de sus decisiones afecta a seres humanos. A unos beneficia y a otros perjudica. Y debe recordar siempre a los perjudicados.
Es verdad que Venezuela necesita libertad política y económica, pero la libertad solamente es concebible si existen unas condiciones justas de vida para todos. El hambre, la situación económica no pueden esperar, y ello reclama un enorme acuerdo nacional que permita al país superar esta hora menguada.
Le pido, respetuosamente a la dirección nacional de mi partido Voluntad Popular, mantener su espíritu de lucha, entendiendo que dialogar en política no es un pecado sino un deber. La política no es un asunto de carácter, de egos, sino por el contrario de cordialidad cívica dentro de las diferencias.
En política las formas son tan importantes como el fondo. Lo que está descarrilado la política nacional son las formas: sus insultos, sus exabruptos, su gesticulación intimidatoria, siempre a punto de propinarse una bofetada.
El primer presidente de gobierno durante la transición española, Adolfo Suarez, fue un político exitoso, y logró su objetivo de abrir España a la democracia. Uno de los secretos de su éxito era el dialogo Fue así como logró sentar en la mesa a los comunistas y a los franquistas, a los republicanos y a los monárquicos, a los socialistas y a los liberales. Los radicalismos les cierran la puerta a los compromisos y una buena parte de la política es hacer o solicitar concesiones.
Finalmente, pido de manera concreta, a mi partido, asumir el compromiso, transparente, de participar en la Mesa de Dialogo, para conseguir una ruta electoral, política y económica, para resolver los problemas del país.
Nota de prensa