Tres presos se fugaron de la cárcel más grande del estado brasileño de Roraima, en la capital Boa Vista, pese a la presencia de un cuerpo de élite de la Policía, que custodiaba el penal desde que se encontraron en su interior 33 reos muertos.
La fuga se produjo durante la madrugada de este miércoles en medio de “una lluvia que dificultó la visión de los guardias en la región de un pabellón desactivado de la unidad”, señaló la Secretaría estatal de Justicia y Ciudadanía en un comunicado.
La Penitenciaria Agrícola de Monte Cristo (PAMC), en Boa Vista, fue el escenario de uno de los violentos episodios de la crisis carcelaria que atraviesa Brasil desde que comenzó el año y que ha dejado más de 130 internos asesinados en enfrentamientos entre bandas rivales.
En esa cárcel de Boa Vista fueron hallados el pasado 6 de enero 31 cuerpos amontonados en los pasillos, más otros dos enterrados en otra zona por motivos desconocidos.
No obstante, supuestos videos difundidos por Whatsapp demostrarían que se trata de una venganza por la revuelta que tuvo lugar entre el 1 y el 2 de enero en el interior del Complejo Penitenciario Anisio Jobim (Compaj) de Manaos, capital del estado de Amazonas.
A partir del suceso, unos cien miembros de la Fuerza Nacional, un cuerpo de élite de la Policía de carácter federal, llegó para reforzar la seguridad de la PAMC, aunque agentes penitenciarios, citados por el diario Folha de Sao Paulo, reconocieron que estos no estaban en las inmediaciones del penal en el momento de la fuga.
Los internos, todavía en busca y captura, huyeron después de escalar el muro de la unidad para lo cual usaron varios trozos de hierro, según este medio.
EFE