“Muchos feligreses me manifiestan que no vienen a la misa por la delincuencia y para ahorrarse el mal rato de que le roben algo del carro. Prefieren ir a una iglesia con estacionamiento cerrado y vivir la misa con tranquilidad junto con su familia”, así describe el padre Gilberto Urbáez el efecto que ha tenido el aumento de los hurtos frente al templo Nuestra Señora de la Consolación, en el estado Zulia, publica Panorama.
“Cuando estamos en las celebraciones los ladrones aprovechan para robar las baterías de los automóviles”, señala, al tiempo que lo lamenta.
Para hacerle frente a este flagelo, agregó el párroco, en eventos importantes como bodas, los novios han optado por contratar seguridad privada.
Este escenario se repite también en las inmediaciones de la iglesia Padre Claret, según una feligrés, quien prefirió no identificarse, y explicó que en las horas de la misa los delincuentes se llevan los retrovisores de los vehículos.
Asimismo, el sacerdote de la Consolación aseguró que el 24 de diciembre, después de la eucaristía de Nochebuena, les robaron el motor de agua que beneficiaba la parroquia.
“Sé que lo mismo sucede en las iglesias de Las Mercedes, Perpetuo Socorro, El Rosario, San Rafael, porque he conversado con los párrocos de allí”, expresó.
La inseguridad a la que están expuestos los templos se ha evidenciado en la región con el robo de cuatros de los más icónicos en un período de cinco meses.
Santísimo Cristo
En septiembre del año pasado, la iglesia Santísimo Cristo, conocida como Basílica Menor, de San Francisco, fue objeto del robo de cables, equipos de sonido. El 4 de noviembre, hurtaron tres coronas de la imagen de Santa Lucía en la parroquia enpedraera; además, una palma dorada, la colecta de las ofrendas, celulares y otros valores del sacerdote. Dos semanas después, detuvieron a cuatro personas que presuntamente estaban implicadas.
En otra latitud del estado, en Los Puertos de Altagracia, se robaron la corona de la patrona.
Al respecto, el gobernador de la región, Francisco Arias Cárdenas, señaló en esa oportunidad que estos actos iban dirigidos a afectar “los puntos sensibles de la fe de los zulianos, de los católicos” y subrayó que se estaban adelantando las investigaciones de la mano con el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol.
No obstante, en el centro de la ciudad, más recientemente, el 12 de enero, cuatro delincuentes sometieron al sacerdote mientras oficiaba una misa en el Convento San Francisco de Asís y se llevaron la custodia del Santísimo.
Acerca de este hecho, el padre Silverio Osorio, quien fue víctima, señaló que el objeto que sustrajeron no tenía valor monetario, pues “era hecho de latón, bien pulido, y parecía de oro. Lo peor es que tenía más de 100 años y su valor era artístico y patrimonial”.