Indicadores alternativos como la Canasta Alimentaria Familiar (CAF) y la Canasta Básica Familiar (CBF), fueron diseñados con el fin de medir el poder adquisitivo del salario mínimo, reseñó El Impulso.
Por Rosmir Sivira
En la actualidad para la primera se requieren de 20.1 salarios de Bs. 40.638,15 y para la segunda 27.4, ya que recientemente se ubicó en Bs. 743.596,88. Si se compara con el poder de compra de 1998, cuando el salario mínimo permitía adquirir aproximadamente el 50% de la CAF, la diferencia es sustancial. En diciembre el poder de compra fue del 5% de esta canasta.
Tal planteamiento es realizado por Óscar Meza, director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas- FVM), quien indicó que no sólo hubo una reducción, sino una involución del poder adquisitivo del venezolano.
Anteriormente no se evaluaban índices como la escasez. Sin embargo, un año más tarde este factor ha afectado severamente al ciudadano.
Ratificó que en 2015 Venezuela ingresó a la autopista de la hiperinflación y que continúa en ella.
El nivel de Precios en Alimentos fue del 482,3% en el año y el Índice de Precios al Consumidor de 433,9% sobre la CBF, lo cual confirma la afirmación anterior.
A juicio de Meza, si tales indicadores no se reconocen, no se aceptarán ni solucionarán.
El más afectado es el venezolano trabajador, cuyo ingreso no es suficiente para cubrir sus gastos.
Al respecto, también fue consultado, José Elías Torres, secretario general de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), quien acotó que el incremento de la CBF es continuo y acelerado, por lo que consideran que la solución a la problemática no es un aumento de salario, sino la revisión de políticas públicas, en cuyo diseño y evaluación participen todos los actores sociales. De lo contrario, será un espiral indetenible que de nuevo arrojará una cifra mayor a los meses anteriores.
Repudió que el Gobierno Nacional maneje de manera irresponsable el aspecto de tipo social y económico. Asimismo, señaló que si bien no rechazan cualquier aumento salarial que sea aplicado, ya que sirve para paliar “relativamente” la dramática situación económica del venezolano, tampoco es la política adecuada. Acotó que venideros ajustes tampoco serán la respuesta ni permitirán cancelar el costo de la CBF.
Planteamientos de salario
El planteamiento que realizó la CTV el pasado mes de noviembre fue el incremento del 1.000% del salario, como base, para que el venezolano comenzará a recibir al menos Bs. 270.000 mensual.
La propuesta podría ser un punto de inicio, comentó. Sin embargo, “la descomposición salarial ha sido desmesurada”, en especial en los últimos doce meses.
A su juicio, se deben medir los aumentos salariales y de ajuste de las escalas en función del número de salarios mínimos, según los montos del momento. La propuesta surge del gremio de la salud que solicita al ministerio correspondiente una base de pago de 30 salarios mínimos vigentes.
Recordó que el sistema cambiario y productivo, registran un papel importante en el desarrollo económico y bienestar ciudadano. En este sentido, calificó como peligroso los niveles de escasez en los rubros alimentos y medicinas. Al incrementar los precios, el escenario se hace complejo para el venezolano.El tema debe ser tratado como prioridad.
Frustración en los contratos
Estimó como “frustrante” que apenas se firmen los contratos colectivos, estos ya estén desfasados, tanto en la administración pública como privada, lo que representa la inmediata revisión de las cláusulas económicas y el mismo tabulador.
Indicó que mientras no haya espacios para una conversación entre actores sociales, seguirá repitiéndose la problemática.
Para Torres, si bien algunos actores sociales se concentran en aspectos de política, electoral y constitucional, no puede hacer un desentendimiento del tema social y económico. “Mientras tanto el pueblo muere de hambre y falta de medicinas. Todo se agrava más y no vemos una propuesta concreta del gobierno”, dijo.
Criticó la propuesta del Carnet de la Patria, que calificó como “jarabito mágico”, el cual no solventará los problemas actuales. Puntualizó que mejor que un comprobante ideológico es la corrección inflacionaria y salarios suficientes, a fin de cubrir sus necesidades básicas.
Libertad de tomar cifras
Manifestó que la CTV toma como referencia las cifras del Cendas, no sólo por no contar con datos oficiales del BCV, sino porque las mismas han sido también analizadas y verificadas.
Declaró que están en libertad de utilizar los referidos números, debido a que el mismo Gobierno Nacional es responsable de que los oficiales no se hagan públicos.
De no estar de acuerdo con los montos, el mismo gobierno, debe entonces desmentirlos con sus números.
El representante nacional de los trabajadores denunció que la falta de políticas antinflacionarias deteriora considerablemente el ingreso venezolano.