El emperador japonés Akihito, de 83 años, canceló hoy su agenda “por precaución”, después de padecer fiebre leve durante la mañana, confirmó un portavoz de la Casa Imperial nipona.
La fiebre del monarca, que no presentó otros síntomas de resfriado, podría deberse a la vacuna para el neumococo que recibió el fin de semana, según la Casa Imperial.
Akihito tenía previsto asistir a una celebración por el aniversario de la muerte del emperador Komei (1846-1867), pero su lugar fue ocupado por el vicedirector de protocolo de la Casa Imperial.
Sin embargo, no se canceló su viaje a la villa de retiro de Hayama, al sur de Tokio, en la que permanecerá durante 5 días junto con la emperatriz, Michiko.
Akihito anunció en agosto su deseo de abdicar debido a su avanzada edad y a su delicado estado de salud, algo que todavía llevará algún tiempo.
Para que el monarca pueda renunciar a su cargo y este recaiga automáticamente en el príncipe heredero Naruhito, será necesario modificar la estricta ley que rige a la Casa Imperial nipona desde 1947 y que no contempla la sucesión en vida.
El comité establecido por el Gobierno de Japón para estudiar la abdicación del emperador propuso la semana pasada la creación de una legislación especial, que se aplicaría exclusivamente al caso del monarca actual, y que evitaría complicados trámites para enmendar dicha ley.
Akihito cuenta con una salud muy frágil desde que en 2012 fuera operado del corazón, intervención que se unió a la de cáncer de próstata realizada en 2003. EFE