La instalación de una nueva estación de servicio internacional en Santa Elena de Uairén, en la frontera con Brasil, tal como anunció el presidente Nicolás Maduro el domingo, es considerada como contradictoria, debido a los problemas que padecen quienes viven en la localidad, ubicada en el extremo sur del estado Bolívar, para surtir combustible, reseña el diario Correo del Caroní.
El presidente de la Cámara de Comercio del municipio Gran Sabana, Gilmer Poma, explicó que los residentes de Santa Elena de Uairén pueden demorar hasta cuatro horas en cola para surtir combustible. “Es ilógico (instalar una estación internacional), porque no nos da soluciones al pueblo. Le favorece al Gobierno por ese ingreso en divisas, pero no al pueblo en Santa Elena”, dijo.
A juicio del dirigente empresarial, es necesario que en la localidad fronteriza se aumente el suministro de combustible en cisternas y se controle el contrabando de extracción; “si son dos cisternas que llegan, que las dupliquen y, a la vez, que mejoren la administración de las estaciones para evitar el contrabando de combustible a cargo de los talibanes como se les conoce a los contrabandistas”.
“Hay un descontrol porque hay mucha gente de afuera que viene con vehículos modificados en el área de tanques, surten y luego revenden a los brasileños. Deben crear una estrategia para controlar el suministro (…) Queremos un control eficaz del servicio para evitar la pérdida de tiempo en las colas porque el más afectado es el pueblo y los comerciantes que somos parte de la economía”.
Poma precisó que actualmente la localidad fronteriza cuenta con dos estaciones de servicio nacionales, Mapauri y Kukenán, además de la estación internacional a un lado de la Aduana Ecológica del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat). La ubicación de la nueva estación internacional la desconocen.
¿En qué puede contribuir a la localidad la nueva estación de servicio? Poma asegura que el punto de venta internacional adicional podría elevar el flujo de brasileños a Santa Elena de Uairén porque el precio de 1,5 reales por litro es competitivo e inferior a la cotización del combustible en Boa Vista, capital del brasileño estado de Roraima. “En Boa Vista pasa de los tres reales el litro”, afirmó.
Sin embargo, aminorar las colas en las estaciones nacionales es para ellos una prioridad, en vista de las consecuencias que genera a la dinámica de la población y a la actividad comercial y turística. “Las colas son perennes y es incómodo para los vecinos que viven alrededor porque se extienden hasta un kilómetro”, aseguró.