Bajo las aguas cristalinas de la isla Mauricio duermen desde hace millones de años los restos de un continente perdido, que nada tiene que ver con los ensueños de la Atlántida, reseña El País.
Un grupo de científicos ha confirmado el hallazgo bajo el océano Índico de rastros de la desintegración del supercontinente Gondwana, hace 200 millones de años, para dibujar la actual faz de la Tierra.
El descubrimiento se produjo a partir de que sobre la superficie de Mauricio, una isla volcánica joven -de apenas nueve millones de años de edad-, había rocas (zircono) que databan de hace 3.000 millones de años. Y eso no era normal.
Los restos hallados ahora bajo el océano Índico (y sobre Mauricio) son un pedazo de corteza que fue posteriormente cubierto por lava joven durante las erupciones volcánicas en la isla.
Los investigadores están convencidos de que se trata de una pequeña pieza del continente antiguo, que se rompió desde la isla de Madagascar, cuando África, la India, Australia y la Antártida se separaron y formaron el océano Índico.