El presidente argentino, Mauricio Macri, visitará el martes a su par brasileño, Michel Temer, con el objetivo de estrechar los lazos comerciales y dar un nuevo impulso al Mercosur, en un momento en que ambas economías atraviesan agudas recesiones.
AFP
“Es un momento de coincidencia de percepciones entre los dos gobiernos, sobre cómo se organiza una economía, sobre el tipo de cambios que hay que hacer para retomar el crecimiento”, apuntó el diplomático brasileño Paulo Estivallet de Mesquita, encargado de las relaciones con América Latina.
Temer asumió la presidencia en agosto de 2016 tras el impeachment de Dilma Rousseff y Macri fue elegido a fines de 2015. La llegada de ambos al poder puso fin a una era de gobiernos de izquierda y significó un cambio radical en sus políticas para recomponer las dos mayores economías de Sudamérica, golpeadas por el fin del ‘boom’ de las materias primas.
En Brasilia, discutirán acerca de cómo “fortalecer la vertiente económica y comercial del Mercosur”, con vistas a eliminar las barreras proteccionistas que aún frenan la implementación del libre comercio entre los miembros del bloque, y particularmente entre Argentina y Brasil, explicó Mesquita.
También buscarán “ampliar la inserción internacional del Mercosur”, impulsando las negociaciones para concretar un demorado acuerdo de libre comercio con la Unión Europea y explorando oportunidades de comercio con países como Japón, Corea, Canadá, Noruega, Islandia y Suiza, añadió.
La visita de Estado será el segundo encuentro entre ambos mandatarios, luego de que Temer se reuniera con Macri en Buenos Aires el 3 de octubre pasado.
Macri viajará a Brasilia junto a sus ministros de Relaciones Exteriores, Hacienda, Producción y Agroindustria.
La delegación se reunirá con Temer por la mañana, luego almorzará en el Palacio Itamaraty -sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil- y se encontrará por la tarde con los presidentes de las cámaras de Diputados y Senadores, así como del Supremo Tribunal Federal.
“Efecto Trump”
Para Alberto Pfeifer, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de São Paulo, Macri y Temer no deben excluir de sus discusiones las posibilidades que trae para las economías latinoamericanas la política proteccionista anunciada por Estados Unidos.
El magnate Donald Trump, al frente de la mayor economía del mundo, anunció que revisará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el abandono del ya negociado Acuerdo de Asociación Transpacífico (TTP), lo que perjudicará a países exportadores como México, que vende el 80% de sus productos al gigante norteamericano.
“El efecto indirecto de la política del gobierno estadounidense hacia México y América Latina puede ser un momento de oportunidades para que Brasil y Argentina aumenten y cualifiquen sus relaciones en la región y aprovechen las oportunidades de mercado”, apuntó Pfeifer.
Argentina y Brasil también podrían “exportar soja, maíz, algodón, azúcar, carne (…), productos que México importa de Estados Unidos”, señaló.
Gigantes en crisis
El diplomático Mesquita señaló que los asuntos políticos del Mercosur probablemente también serán abordados en la reunión de Macri y Temer, como la suspensión de Venezuela el 1º de diciembre por no ajustarse a las exigencias comerciales y de respeto a los derechos humanos del bloque.
Pero la agenda estará centrada en los planes para salir de la crisis.
La economía brasileña, la mayor de América Latina, se contrajo 3,8% en 2015 y se estima que cayó otro 3,5% en 2016.
Con las investigaciones sobre el mayor escándalo de corrupción en la historia del país -que involucra a prácticamente toda la clase política- como telón de fondo, el gobierno de Temer lleva adelante un severo ajuste para recuperar la confianza de los mercados.
Según el gobierno, en 2017 Brasil crecerá 1%.
Macri espera números más auspiciosos: un crecimiento por encima del 3% este año, después de una caída de 2% en 2016, estimada por analistas.
La recesión comenzó con la devaluación de 32% dispuesta por Macri al asumir en diciembre de 2015 y se ahondó con una inflación anual de más de 40%.
En su primer año de gobierno, Macri llevó adelante impopulares reformas para ajustar las cuentas, como bajar los impuestos a grandes productores del campo y de la minería, puso un tope a los reajustes de salarios y redujo el presupuesto de ciencia y tecnología.
Brasil es el principal destino de las exportaciones argentinas, y Argentina es el tercer socio comercial brasileño, después de China y Estados Unidos.
El comercio bilateral totalizó 23.000 millones de dólares en 2015 y sumó 14.000 millones en los primeros ocho meses de 2016, según datos de Itamaraty.