Para Juan José Pérez, miembro de la Asociación Civil Unidad y Cambio, mientras la acelerada inflación sigue diluyendo el reducido salario de los venezolanos, al gobierno sólo le preocupa e interesa el llamado carnet de la patria.
Nota de prensa
Para este economista la situación de crisis del país no se puede “tapar” con un carnet, y haciéndole creer a los venezolanos que así se le solucionarán todas sus necesidades de comida, seguridad, medicina; y ya no habrá más problemas en las comunidades.
“Se pretende chantajear al pueblo haciéndole creer que deben de tener un carnet para poder acceder a la comida, cuando eso es otra falsa política de un gobierno que se ha gastado millones de dólares en tratar de mantener de pie una revolución de hambre y pobreza”, dijo.
Recordó que es deber del estado proporcionar al pueblo la alimentación, seguridad y salud que necesite, y no tener que hacer uso de un carnet político partidista para poder tener acceso a lo que por derecho le corresponde. “Estamos a merced de un gobierno autoritario que solo le importa su permanencia en el poder, y no le interesa en lo más mínimo lo que sufren los venezolanos. No le importa si hay gente muriendo de hambre, y menos si son niños, tampoco la falta de una aspirina en los hospitales para los enfermos, y que cada día el hampa acaba con la vida de cualquier venezolano”, fustigó Pérez.
Subrayó que este gobierno de revolución se ha convertido en una gestión de foto y propaganda, pero nunca de soluciones. Denunció lo que denomina el “gran negocio y guiso” de la revolución las bolsas o cajas de comida mexicana que tanto se ufana en promocionar el gobierno de Maduro, y de Rangel Gómez, en “vender” como lo mejor del socialismo.
Señaló la burla en la que fueron sometidos los comerciantes afectados por los saqueos de diciembre pasado en Ciudad Bolívar con la entrega de aportes financieros que sólo quedaban en papel. “Todavía hay comerciantes, a los cuales ni siquiera los han tomado en cuenta en un censo creado por ellos mismos, solo con el fin de aprobar los recursos, que luego asignan a los enchufados y amigos del gobernador (Francisco) Rangel Gómez”, añadió.
El economista cuestionó las políticas de monopolio para la importación de alimentos que tiene establecido el gobierno nacional, cuyos costos son millonarios y, que se convierten en inalcanzables para el ciudadano venezolano poder adquirirlos para comer.