Palm Beach resiente las visitas frecuentes de Trump y analiza su impacto

Palm Beach resiente las visitas frecuentes de Trump y analiza su impacto

 (AP Foto/Lynne Sladky)
(AP Foto/Lynne Sladky)

 

La anunciada visita del presidente de EE.UU., Donald Trump, a su mansión en Palm Beach (Florida) por segundo fin de semana consecutivo preocupa a las autoridades y algunos empresarios de la zona por el efecto que estos viajes tienen en las arcas públicas y en las cuentas del sector de la aviación.

El empresario Jonathan Miller explicó hoy a Efe que la visita presidencial del pasado fin de semana le privó a su empresa, Stellar Aviation, de 30.000 dólares en ingresos netos y que si esta situación persiste periódicamente los fines de semana puede llegar a perder hasta un millón de dólares en un año.





El Aeropuerto de Lantana (LAN), que es operado por Stellar Aviatión y está a menos de 15 millas (24 kilómetros) de Mar-a-Lago, la propiedad de Trump en Palm Beach, debe cerrar mientras el presidente está allí, debido a las restricciones al tráfico aéreo que rigen en esa situación.

Por el momento Miller no piensa emprender alguna acción legal, pues, según dijo, cuenta con el apoyo de las autoridades del condado y confía en las gestiones que puedan hacer en su favor.

Según el diario Sun Sentinel, los comisionados del condado de Palm Beach trataron el asunto en una reunión celebrada este martes, el mismo día que se anunció desde Washington que Trump estará el próximo fin de semana en Mar-a-Lago con el primer ministro japonés, Shinzo Abe.

Ambos se alojarán en la enorme propiedad costera adquirida por Trump en 1985 y hoy convertida en un selecto club, a la que el propio presidente ha denominado la “Casa Blanca de invierno”, aunque no se trata de una residencia oficial.

“Aquí se trata de proteger a un presidente cuando visita su casa”, una categoría “diferente de la típica visita presidencial”, afirmó el administrador adjunto del condado, Todd Bonlarron, tras la reunión de la junta de comisionados, según el diario.

Philip Salm, uno de los portavoces del condado, dijo hoy a Efe que aún no tiene cálculos oficiales del impacto de las visitas presidenciales.

Sin embargo, el Sun Sentinel recuerda que por Acción de Gracias, cuando Trump, ya presidente electo, estuvo en Mar-a-Lago cinco días, la oficina del alguacil de la zona mencionó que fueron más de 250.000 dólares en gastos de seguridad.

De acuerdo con medios locales, los comisionados estudiaron la manera de lograr el reembolso de los gastos en seguridad para proteger a Trump y también de cómo compensar a los negocios afectados por las restricciones.

Uno de los más afectados parece ser Miller. El empresario dijo a Efe que las visitas presidenciales le están “arruinando”, pero confía en que las negociaciones entre el condado y el Servicio Secreto relajen las restricciones aéreas.

El medio digital MyPalmBeachPost indicó hoy que tampoco pueden funcionar las dos escuelas para pilotar aeronaves que tienen espacios alquilados en ese aeropuerto, que es una de las 10 instalaciones para “aviación general” del país con mayor tráfico.

El comisionado Dave Kerner, en unas declaraciones reproducidas por el Sun Sentinel, indicó que una posible solución sería establecer un corredor dentro de la zona de restricción para permitir que las aeronaves puedan volar hacia el sur, pero esa medida debe ser aprobada por el Servicio Secreto.

El demócrata Lois Frankel, miembro de la Cámara de Representantes en Washington, dijo a MyPalmBeachPost que el daño a los negocios de aviación es “terrible” y que una cosa sería si Trump visitase Palm, Beach “dos veces al año”, como, según dice, hacía Barack Obama a Hawai, pero otra muy diferente es si son “dos veces al mes”.

Los medios de la zona señalan que en febrero hay un fin de semana largo por el festivo del Día del Presidente, que este año es el día 20, y se preguntan si Donald Trump vendrá a lo que en ocasiones ha llamado su segunda casa.

Trump estuvo en Mar-a-Lago desde el pasado viernes hasta el lunes de esta semana, cuando viajó a Tampa (Florida) para visitar una base aérea, tras lo cual regresó a Washington.

Entre tanto, Joe Cárdenas, directivo de Discover The Palm Beaches, expresó su beneplácito por el turismo que pueden traer las visitas presidenciales,

Cárdenas dijo a Efe que, aunque aún no hay cifras disponibles de reservas de hoteles, ya empieza a verse un “aumento en el interés” de los turistas. EFE