Mientras que el régimen consolida una lista de medios tradicionales cerrados, censurados y asfixiados por distintos mecanismos de control, se propone arreciar el bloqueo a los medios digitales para callar las voces disidentes
Por Ricardo Sánchez-Silva | @RicardoLoDice
Todo régimen dictatorial ataca los pilares de la democracia, espera debilitarlos para eliminar o inhabilitar elementos de desestabilización, que busquen recuperar el hilo constitucional o defender los Derechos Humanos.
Uno de esos elementos es el periodismo, pues debe ser incómodo en esencia, ya que causa la molestia de quienes no quieren escuchar lo que no les conviene, escruta al poder y se convierte en una forma de contraloría social imprescindible en toda democracia. Los medios de comunicación libres y críticos son, entonces, una gran piedra en el zapato para los regímenes totalitarios y dictaduras, que buscan neutralizarlos a como dé lugar. Venezuela no ha sido la excepción.
En nuestro país, la censura no es un elemento nuevo inventado por Maduro, más bien, diría que es parte de una política de Estado heredada de su antecesor, quien se encargó de echar las raíces del monstruo rojo que dejaría heredado a su “hijo” Nicolás.
Por tal razón, creo firmemente en que los periodistas debemos convertirnos en agentes activos de transformación social en la lucha por la recuperación de la democracia que, por cierto, no existe sin una prensa libre ¡Ese es el rol que debemos jugar, cada quien desde su trinchera! Nada de complacencias a estas alturas, cuando Venezuela atraviesa por la crisis humanitaria más dura en su historia democrática.
Aquí entra en juego también, además de la denuncia y crítica de lo que el régimen hace, una clara posición de cuestionamiento ante las acciones de la oposición política y del mismo gremio, pues así como defendemos principios de libertad, debemos ser capaces de ponerlos en práctica entre nosotros.
Lo dicen las fuentes
A pesar de que Hugo Chávez llegó al poder de forma legítima en las elecciones de 1998, se valió de artimañas para perpetuarse en Miraflores ¡y vaya que lo hizo, hasta el fin de sus días! En su primera campaña, nunca habló de socialismo alguno e incluso reconoció que en Cuba había una dictadura, dijo que no arremetería contra la empresa privada, que entregaría el poder luego de su primer período y que no quitaría de manos privadas a los medios de comunicación social.
Tales afirmaciones las dio a conocer en una entrevista concedida al periodista Jorge Ramos. En el video, que se hizo viral y que ya tiene al menos 10 años de circulación en las redes sociales, no solo quedan en evidencias sus mentiras, sino que en su largo mandato fue mucho más allá. Particularmente, si hablamos de los medios de comunicación, además de consolidar un imperio, hoy llamado “Sistema Bolivariano de Comunicación e Información” (SIBCI), en el que se incluye televisión, radio, prensa impresa y digital bajo las directrices del poder central, atacó de forma frontal a los que lo criticaban, con tal ensañamiento que logró dejar fuera del juego a uno de los más importantes, Radio Caracas Televisión (RCTV).
Entre el 31 de julio y el 1 de agosto de 2009, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) cerró 34 emisoras, reseñó El País de España. La orden venía directamente del presidente. “Recibimos la instrucción del comandante [Chávez] de acabar con el latifundio radioeléctrico, el latifundio mediático, y lo vamos a hacer. (…) Si la oligarquía no cede en sus privilegios por las buenas, el pueblo la va a obligar por las malas. Y en este caso, en Venezuela el pueblo es el Gobierno”, afirmó Diosdado Cabello el 9 de julio de ese mismo año, según cita el portal.
Con el argumento populista de que el pueblo era el gobierno, justificaban la medida autoritaria de callar voces disidentes a través de Conatel. Claro, hay que recordar que Chávez era el “pueblo” – según sus mismas palabras -, pero cualquier parecido con Luis XIV, quien consolidó en Francia un régimen absolutista y centralizado, es pura coincidencia. Por cierto, la celebérrima frase “el Estado soy yo”, fue pronunciada cuatro siglos atrás por el monarca.
Como Hugo se había “fundido con el pueblo” (él mismo lo dijo), cualquier orden de él era mandato popular. Así pues, con el principal canal de televisión del país y más de tres decenas de emisoras radiales fuera del aire, se abrió camino para la autocensura en otros medios los siguientes años. Muchas personas empezaron a criticar a Venevision por su cambio de línea editorial al no dar cobertura a noticias que no eran favorables al gobierno, algunos hablaron de la vinculación de los Cisneros con el chavismo y de cómo anteponían sus intereses económicos a la libertad prensa. Por su parte, el canal aducía que buscaban el “equilibrio informativo”.
Después de cerrar RCTV, las amenazas de Chávez fueron contra otros medios privados, pero con especial ahínco en Globovisión, pues era el único canal de televisión nacional con críticas contundentes, que aún quedaba al aire, los demás habían bajado la intensidad. Los llamó “enemigos de la patria”, otra práctica recurrente instaurada por el teniente coronel y utilizada para posteriormente criminalizar el ejercicio periodístico. Es decir, descalificar a medios y periodistas, para luego inventarles cargos y judicializar los casos. Típico de tiranos.
En 2013 se concretó la venta de Globovisión a un grupo presuntamente asociado al régimen, lo mismo pasó al año siguiente con con uno de los principales consorcios de medios del país, la Cadena Capriles, que tenía entre sus principales productos editoriales al diario Últimas Noticias, que no tardó en convertirse en un periódico gobiernero.
Los constantes ataques a los medios tradicionales, la venta de otros, la censura y autocensura, fueron detonantes que impulsaron el surgimiento nuevos medios digitales, que empezaron a apostar por un periodismo incisivo y crítico. Otros, que tenían unos años más de existencia, se posicionaron como los más importantes del país. Tal es el caso de La Patilla, fundado por el periodista y exdirector de Globovision, Alberto Federico Ravell, y que según el Ranking Alexa ocupa el quinto puesto en la categoría general y el primer lugar en portales de noticias o informativos.
Cuando Hugo Chávez se enfermó de gravedad el reconocido periodista, Nelson Bocaranda, tenía la información en sus manos sobre su estado de salud, pero El Universal se negó a publicarla, precisamente por la campaña que había emprendido el gobierno contra los medios independientes, reseña CPJ. El comunicador difundió la información a través de su portal RunRun.es, que sirvió como fuente para que una vez sacada a la luz pública, lo replicara el mismo periódico y otros medios.
Así finalizo el #EstáDicho
* En los últimos años, la preocupación del régimen ha sido buscar la manera de censurar a los medios digitales y a los mismos periodistas a través de las redes sociales. Para eso tiene a su equipo de hackers y bots.
* La gente ha encontrado, particularmente en Twitter, una herramienta de información clave, ante el “blackout” informativo de los medios tradicionales y la política de Estado de coartar la libertad de prensa en Venezuela.
* Medios con versiones digitales fuertes como El Nacional, El Correo del Caroní, Tal Cual e incluso La Patilla, enfrentan procesos judiciales por informar. En los últimos años entre los portales que han sido bloqueados en Venezuela se encuentran DolarToday.com, InfoBae.com, Ntn24.com y más recientemente el agregador de contenidos Maduradas.com.
* Aparentemente la censura arreciará contra los medios digitales, pues el oficialismo ha comprendido el poder de las redes sociales. Es decir, que podrían venir más bloqueos y restricciones.
* El último objetivo del régimen (en el plano comunicacional) para acallar las voces críticas y disidentes, es bloquear a los medios digitales y atacar cuentas de Twitter importantes. Ya lo ha hecho antes con los medios tradicionales, pero en el caso de los primeros le ha sido difícil, porque hay muchos factores que no controla.
Fuente: Ricardo Lo Dice