Al menos 30 viviendas y medio centenar de construcciones anexas han quedado destruidas por los incendios forestales declarados el fin de semana en el estado de Nueva Gales del Sur, en el este de Australia, en los que resultaron heridos dos bomberos, informaron hoy medios locales.
Los mayores daños se registraron en la reserva de Sir Ivan, donde el fuego arrasó 23 viviendas, entre ellas cinco de la pedanía de ganadería Uarbry, situada en el interior a unos 380 kilómetros al noroeste de Sídney, según la agencia local AAP.
Los incendios próximos a las ciudades costeras de Port Macquarie y Kempsey, además de la localidad rural Narrabri, arrasaron con siete viviendas, mientras que las llamas cerca de la ciudad de Dunedoo dañaron 51 construcciones anexas y una iglesia, agregó la fuente.
Los bomberos luchan contra unos 60 incendios en Nueva Gales del Sur, entre ellos 19 que siguen sin control, aprovechando un descenso de la temperatura y ante el temor a que resurjan las condiciones del fin de semana que elevaron las temperaturas a 40 grados combinados con fuertes vientos.
En un informe, las autoridades australianas advirtieron en 2016 del agravamiento de las olas de calor extremo y los incendios forestales por el aumento de las emisiones de dióxido de carbono.
La temporada de incendios en Australia varía según la zona y las condiciones meteorológicas. En Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney, se dan en la primavera y el verano austral.
Los peores vividos en el país en las últimas décadas ocurrieron a principios de febrero de 2009 en el estado de Victoria (sureste), que causaron 173 muertos y 414 heridos y quemaron una superficie de 4.500 kilómetros cuadrados.
EFE