Las catacumbas fueron construidas por los primeros cristianos para depositar sus muertos. Están formadas por galerías subterráneas que parecen verdaderos laberintos que alcanzan a medir kilómetros, reseña Historia y biografía.
En las paredes de este intrincado sistema de galerías se excavaron filas de nichos rectangulares, llamados lóculos; capaces de albergar un solo cadáver, aunque no era raro que contuviesen dos o más.
En su origen fueron sólo lugar de sepultura, pero mas tarde se utilizaron para protegerse de las persecuciones de algunos emperadores romanos que los consideraban enemigos del imperio.
La sencillez de sus ritos y ceremonias, a su vez, fue vista con desdén por los sectores intelectuales romanos. Así los cristianos decidieron celebrar sus ritos en condiciones de clandestinidad. Su condición de religión monoteísta, que no reconocía los dioses tradicionales romanos ni aceptaba el culto al emperador, le supuso la hostilidad tanto del pueblo como de las autoridades políticas.