El Manneken Pis, el rey del carnaval belga con sus 1.001 trajes

El Manneken Pis, el rey del carnaval belga con sus 1.001 trajes

(FILES) This file photo taken on February 03, 2017 shows an official posing part of an historical collection of outfits created for Brussel's landmark the Manneken Pis statue during a press preview of the GardeRobe Manneken Pis Museum (Manneken Pis Wardrobe Museum), in Brussels. Brussels' famous Manneken Pis statue has been cheekily urinating into its Baroque fountain for 400 years, and for about as long, fans around the world have dressed up the naked little boy in colourful costumes. / AFP PHOTO / EMMANUEL DUNAND

 

El Manneken Pis, la icónica estatua belga de un niño orinando, festeja este sábado el carnaval vestido de la “Diablada” boliviana, uno de los cientos de trajes de su colorido fondo de armario que expone un nuevo museo en Bruselas.

“El Manneken Pis es la única estatua profana en el mundo que tiene un guardarropa así, con más de 965 vestidos”, explica a la AFP la historiadora Catherine Gauthier, conservadora del museo “GardeRobe MannekenPis” dedicado a este niño de bronce de más de 400 años de edad.

De indio del Amazonas, de Mickey Mouse, de ‘Diablo Rojo’ de la selección de fútbol belga o de Casanova veneciano, las posibilidades de vestir a este hombrecito son infinitas, siempre y cuando las prendas se adapten a sus 55,5 cm de altura.

Como explica Gauthier, las asociaciones o embajadas, que desean regalar un vestido a la estatua desnuda, pueden encargárselo a sus propias modistas o a la llamada “costurera oficial del Manneken Pis”, que en todos los casos “trabajan a partir de un patrón con las indicaciones técnicas” precisas.

El diseñador Jean-Paul Gaultier ya lo utilizó en 2015 para vestirlo para el vigésimo aniversario del desfile del Orgullo Gay en Bruselas, uno de los aproximadamente 25 nuevos atuendos que se suman anualmente al rico fondo de armario. Este niño fuente luce 130 de ellos a lo largo del año, en función de la actualidad.

– De pastor en 1615… –

Los turistas que visitan este reino europeo tienen en la popular fuente, situada en el corazón de Bruselas cerca de la monumental Grand Place, una visita casi obligada, de la que salen en ocasiones mojados, cuando los administradores aumentan adrede y de repente la presión del agua del Manneken Pis.

Sin embargo, la fascinación por este muchachito de 20 kilos no es de hoy, como subrayan Gauthier y su compañero conservador Gonzague Pluvinage. Desde finales de la Edad Media, las autoridades, ya sean reyes o concejales, le ofrecían un atuendo para reforzar sus vínculos con el pueblo.

Los habitantes de Bruselas lo “eligieron probablemente como símbolo porque con su aire contestatario, les permitía mofarse suavemente de las autoridades”, apunta la historiadora, que sitúa la primera mención a esta fuente en el siglo XV.

“La representación más antigua de un vestido figura en un lienzo de 1615” y “el traje más antiguo que conservamos es de 1747”, explica la conservadora. En la pintura del siglo XVII, el artista Denis van Alsloot lo plasma vestido de pastor, durante la procesión del Ommegang.

Pero, ¿cuál es su origen? Según una de las numerosas leyendas, las autoridades habrían encargado en 1619 al artista Jérôme Du Quesnoy el Viejo la escultura de un niño que habría evitado un terrible incendio en Bruselas apagando una mecha al orinar encima.

Esta historia es, no obstante, solo una leyenda, indica Pluvinage, ya que “en esa época, el tema de un niño meando era recurrente en el arte”. “En el centro de Bruselas, también existe el ‘Escupidor’ y existía la ‘Fuente de las tres vírgenes’, donde el agua salía de los senos de tres mujeres”, añade.

– …y de Juan Valdez en 2011 –

A partir de finales de la Primera Guerra Mundial, los vestidos empezaron a llegar de todos los países europeos, de África, de Asia y de América. El museo “GardeRobe MannekenPis”, inaugurado en febrero, expone 130 de ellos y en la página web oficial www.mannekenpis.brussels se pueden contemplar todos.

Desde el equipamiento del Barça, del Real Madrid, del Athletic de Bilbao -chapela incluida- e, incluso, del Sporting de Gijón, hasta vestidos de Elvis Presley, de Juan Valdez en 2011, de agricultor salvadoreño o de gaucho argentino, el hombrecito bruselense no distingue países, aficiones, ni colores.

Para Gauthier, el ropaje más bonito lo ofreció el rey francés Luis XV en 1747, el más antiguo conservado, para intentar calmar a los bruselenses por el intento de robo de la estatua por unos soldados. El monarca decidió además “nombrarlo caballero de la Orden de San Luis”, por lo que “los soldados debían entonces saludarlo”, explica.

Su compañero conservador confiesa, por su parte, tener debilidad por las versiones modernas, como las de Obélix o Mickey Mouse. “Y el de Amnistía Internacional no les dejará indiferentes”, subraya, en referencia al uniforme blanco con rayas negras para dar a conocer la difícil situación de los presos de conciencia.

Fotos AFP

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