Mujeres con traje y corbata. La primera jornada de la Semana de la Moda de Prêt-à-porter en París recuperó el clásico accesorio masculino, en unos desfiles que reivindicaron una moda que mezcla el riesgo con los valores seguros.
Traje pantalón gris, con rayas blancas y solapa, y una corbata a conjunto. La firma finlandesa Aalto hizo desfilar el martes a modelos prestas para ir a la oficina, con algunos detalles transgresores como el manguito de piel de colores vivos alrededor de la cadera.
“¿El futuro? Seamos razonables: no vamos a destruirlo todo para reconstruirlo”, dijo el diseñador Tuomas Merikoski, al presentar una colección otoño-invierno que “mezcla los valores seguros con el espíritu rebelde”.
– Con o sin nudo –
Los tres creadores franceses de Jour/Né, que se estrenaron en la Semana de la Moda, también apostaron por completar su look femenino con la corbata. Traje pantalón, falda colegial con calcetines o incluso una elegante bata gris de lunares se combinaron con este accesorio, anudado de la forma tradicional.
Victoria Tomas presentó en cambio corbatas colocadas alrededor del cuello sin anudar, del mismo tejido y motivo que la camisa, logrando así un estilo desenfadado.
“Cada colección es un diálogo entre el hombre y la mujer. Toma las prendas básicas del armario del hombre para adaptarlas al cuerpo de la mujer”, afirma esta marca francesa que desfiló al margen del programa oficial.
– Saint Laurent, el glamur sexi –
El director artístico de Saint Laurent, el belga Anthony Vaccarello, desplegó lo que había prometido al asumir el año pasado la dirección artística de la firma: glamur sexi.
Sus modelos revivieron el estilo de los años 1980, con hombreras marcadas y minifaldas.
Las lentejuelas brillaron, las transparencias se exhibieron sin pudor y el cuero se impuso como elemento indispensable, por ejemplo, en unos guantes largos hasta los hombros.
Vaccarello imaginó además vestidos y faldas que evocaban más bien papel de regalo con el que presentar a sus modelos.
– La parisina de hoy y de siempre –
El esplendor de la mujer parisina fue celebrado por la firma francesa Paule Ka en una presentación exhibida en el majestuoso hotel Intercontinental, construido en el siglo XIX en el corazón de París.
En medio de un juego de luces y espejos, observadas por estatuas clásicas, las modelos lucieron vestidos de cortes sobrios con cintura marcada a menudo por una cinta metálica, apostando por el blanco y los colores uniformes.
Llamó la atención un vestido largo sin mangas de neopreno, así como los accesorios dorados o plateados, como los bolsos, lisos.
Su directora artística, la italo-estadounidense Alithia Spuri-Zampetti, “se encerró en casa” para estudiar la moda francesa. “Quería saber por qué toda la moda sale de París desde Luis XIV”.
“¿Quién es la mujer francesa? Es la dama que ha enseñado a todas las mujeres del mundo a vestirse” y “decir que la mujer francesa de hoy es la que lleva un jean, una camiseta y un bléiser, ¡es un insulto!”, exclamó.
– Hacia la utopía –
La holandesa Liselore Frowijn, de 25 años, presentó una colección inspirada en “la utopía” que imaginó su compatriota Alfred Eikelenboom, un escultor fallecido recientemente.
Los colores vivos, a veces difuminados, y los planetas como motivos de chaquetas, abrigos y faldas aportaron un tono optimista al desfile.
“Las cosas están cambiando y necesitamos encontrar una forma de vivir juntos”, dijo la diseñadora.
La Semana de la Moda parisina, que tomó el relevo de Milán, acogerá 82 desfiles otoño-invierno, nueve menos que en septiembre, concentrados en ocho en vez de nueve días.