“Maduro ‘malandrizó’ la justicia venezolana”, así lo denunció el exdiputado a la Asamblea Nacional (AN) y abogado experto en derecho constitucional y penal, Luis Edgardo Mata.
Nota de Prensa
Para el avezado jurista y dirigente político el reciente nombramiento de Maikel Moreno, quien fuese acusado y juzgado por los tribunales nacionales, es la mayor demostración de la inmoralidad que existe dentro de la nación.
“Qué un exconvicto, un hombre que fue tachado como de alta peligrosidad, sea el actual representante del mayor tribunal del país dice mucho de quienes lo eligieron y del Gobierno que lo respalda”, indicó.
Para Mata la política de “malandrización” del país lleva 18 años en ejecución, no obstante “ahora vemos su verdadero alcance”.
Señaló que las acusaciones de terrorismo, narcotráfico y otros delitos que pesan sobre el régimen venezolano se refuerzan cuando ese mismo gobierno designa a un asesino condenado como presidente del tribunal superior del país.
Para el jurista la ausencia de moralidad política y pública domina todas las acciones gubernamentales.
Pareciera ser-continuó- que lo indebido, que lo éticamente incorrecto es el mapa de acción de un sistema de Gobierno que aúpa el desorden, la anarquía y la corrupción en diversos niveles y acepciones.
Cuando un hombre juzgado por asesinato es quien impartirá justicia y promoverá las interpretaciones del texto constitucional podemos afirmar que estamos delante de un país gobernado por delincuentes.
“Estos señores que se hacen llamar bolivarianos se olvidan que uno de las características que más resaltó el Libertador fue la ética como pilar fundamental del ejercicio de la administración pública. La solvencia moral era factor esencial para designar a funcionarios en la visión de Simón Bolívar, no obstante estos que hoy ocupan el poder actúan diametralmente opuestos a las enseñanzas del Padre de la Patria”, se explayó.
Marioneta
Luis Edgardo Mata lamentó que el TSJ actúe como una “marioneta” movida por hilos que se extiende hasta el Palacio de Miraflores.
“Ahora, el máximo tribunal del país es una sala que no vela por la Ley y el respeto a los valores de justicia, sino que es movida a control remoto desde la silla presidencial o la cúpula del partido de Gobierno”, denunció.