Marcos Pérez Jiménez ilegalizó a Acción Democrática y al Partido Comunista, hostigó reciamente a su oposición política. Poco consiguió con ello, porque luego de su caída, Venezuela fue gobernada principalmente por los adecos y por los comunistas (chavismo). No es casualidad. El caso es que nosotros no nacimos mansamente, a nuestra historia podrá negársele todo, salvo la valentía y el heroísmo.
No quiero hablarles a los hambrientos que hoy hurgan tristes banquetes en bolsas negras. Ni a los asfixiados por la inflación, ni a quienes van temerosos en el autobús mirando con desconfianza al pasajero que está por entrar. Dirijo esta carta a mis hermanos venezolanos que están detrás de esas circunstancias. A los muchos que hoy podrán tener el pie desnudo, pero que nunca más pondrán la rodilla en la tierra.
Este fin de semana, el CNE ha impuesto que mi partido, Voluntad Popular, debe revalidarse administrativamente, bajo condiciones arbitrarias. Como sé que muchos tienen dudas, por todo lo ocurrido en los últimos meses, quiero compartir con ustedes lo que yo haría este sábado, si Dios me hiciera libre y pudiera salir de El Helicoide.
Si pudiera caminar por Caracas una vez más, me levantaría temprano y haría la cola para validar a Voluntad, con el mayor de los orgullos. Lo haría porque los hombres de nuestro tiempo no tenemos la opción de ser indiferentes. Estamos llamados a construir un país más humano y más libre. Para nosotros, los miles de militantes de esta organización, VP representa el vehículo para superar el hambre y la pobreza de los venezolanos, construir una sociedad sin violencia, democratizar las instituciones, insertar al país en la dinámica tecnológica y productiva que marcará nuestro siglo además de superar la dependencia petrolera.
Sé que en estos momentos lo más fácil es autocompadecerse. Encerrarse en sí mismo para que cada quien cargue su cruz. Pero así no se recuperan los países. El partido es necesario porque lo que tenemos por delante es un trabajo en equipo. Los cambios profundos que debemos hacer exceden la capacidad de un solo presidente y requieren liderazgo colectivo y comprometido en el largo plazo. En Voluntad Popular hay gente valiosa que se ha preparado académica y políticamente para que las cosas en Venezuela vayan mejor. Estoy seguro que en un año de gobierno abasteceríamos de comida y medicinas al país; y en cinco la mejoría sería notable en salud, educación y seguridad ciudadana. En un período presidencial completo, la inversión internacional habría retornado y estaríamos generando trabajo y progreso para todos.
Esta visión de país la compartimos con VENTE, ABP, PJ, AD, UNT y toda la Unidad. Por eso extiendo mi apoyo y solidaridad a todos los hermanos de lucha. ¡Sigamos cada vez más juntos y cada vez más fuertes! En Venezuela, nadie puede solo.
No temamos a esta oscuridad. Un hombre no está completo hasta que conoce un gran sufrimiento. Un político no está listo para gobernar si no ha perdido una elección. Un país se hace adulto cuando logra levantarse sobre sus ruinas. Lo que está sucediendo es duro y yo vivo con ustedes el dolor. Si regresé a Venezuela luego de estudiar fuera es porque quiero ser parte del cambio y acepto cargar esta cruz con mi gente. Yo cumplo con mi deber y por ello, le pido a los venezolanos que cumplan el suyo y salgan a defender la democracia este fin de semana.
VP hará a Leopoldo López presidente y también lo verá salir de Miraflores. Muchas veces estaremos en la oposición, porque respetaremos siempre la democracia. Sembraremos desde el parlamento y los sindicatos. Nos haremos presentes en las mejores universidades de Latinoamérica, que serán las venezolanas; en los mejores hospitales, canchas y trenes. Acompañaremos el progreso del país en cada barrio y en cada pueblo. Será un trabajo de décadas y de varios presidentes.
Nacimos en dictadura para moldear la historia libre junto a los venezolanos, por eso no es un cargo lo que pedimos, no es un voto. Hoy pedimos que frente al sacrificio más exigente, caminen con nosotros para poder vivir en paz, dejando una obra realizada y construyamos un país del que estemos orgullosos. Que así sea.
¡Fuerza y fe!
Yon Goicoechea – El Helicoide