Buscamos la opinión del diplomático de carrera, embajador Gerson Revanales, acerca de la posible “activación” de la Carta Democrática Interamericana (CDI) por la pérdida de la democracia en Venezuela, según denuncia de opositores y de la reacción de oficialistas ante esa posibilidad.
La Patilla: Embajador, usted estuvo presente en la Cumbre de las Américas en Quebec en el año 2001, donde los Jefes de Estado y de Gobierno instruyeron a los Cancilleres preparar una Carta Democrática con el fin de reforzar los instrumentos de la OEA para la defensa activa de la democracia. ¿por qué cree que el gobierno se niega a los procedimientos de la Carta Democrática?
EMBAJADOR REVANALES. El gobierno pierde una gran oportunidad y debería ser el primero en invocarla. Lleva 18 años denunciando la existencia de complots y conspiraciones en su contra; recordemos que durante el deslave de Vargas rechazó por recomendación de Fidel Castro la ayuda de los EE.UU, aduciendo que los americanos venían a invadirnos; las últimas denuncias han sido el decreto Obama y la convocatoria esta semana a un acto contra el imperialismo. Si estas denuncia fuesen ciertas, el gobierno debería ser el primero en invocar el Artículo 17 de la Carta Democrática Interamericana, el cual estable que cuando el gobierno considere que está en riesgo su proceso político institucional democrático o su legítimo ejercicio del poder, podrá recurrir al Secretario General o al Consejo Permanente a fin de solicitar asistencia para el fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática. Si esto no es así significa que todas las denuncias son un “falso positivo” para mantenerse en el poder.
¿Cree que la CDI ha cumplido sus objetivos; en particular en el caso venezolano?
Embajador Revanales. Cuando los Jefes de Estado y de Gobierno instruyeron a sus Cancilleres preparar la Carta Democrática, lo hicieron con el propósito de enfrentar los golpes de Estado al estilo tradicional de las sargentadas de asaltantes al poder como Torrijos en Panamá o asonadas como la de Hugo Chávez en 1992, contra el Presidente Perez al frente de un gobierno democrático y legítimamente constituido; y eso se logró y ha tenido sus efectos positivos; cuando en Ecuador se alzó la policía nacional, inmediatamente se pronunció la OEA igualmente el 11de abril de 2002 y se le aplicó a Honduras con Zelaya y a Paraguay con Lobo. En este sentido la Carta Democrática ha funcionado como un elemento disuasorio, al condenar o impedir aventuras golpistas.
LP: Recientemente el Presidente de la Asamblea Nacional y el Sr Vivancos Presidente de HRW han solicitado la aplicación de la Carta Democrática.
Embajador Revanales: Permítame agregar algo a la pregunta anterior para responder luego a su pregunta: Como señalé, la Carta Democrática se escribió y se concibió para contrarrestar los golpes tradicionales; en aquel momento nunca se pensó que algún gobierno pudiera revertir y secuestrar las instituciones del Estado en contra del sistema democrático. Era algo impensable.
Respecto a su pregunta, la Carta Democrática ya fue aplicada en el 2002 cuando el Vice-Presidente de la República en aquel momento, José Vicente Rangel; dada la situación de inestabilidad solicitó al Secretario General de la OEA, Sr Gaviria su intervención y éste se instaló por un año en Venezuela; más recientemente, el año pasado, el Consultor Jurídico de la (OEA), Jean Michel Arrighi, dejó claro para quienes dudan, que la Carta Democrática se está aplicando desde el momento en que el Secretario General, Luis Almagro, presentó su último informe al Consejo Permanente (el 23 de junio 2016).
LP: ¿cree usted que están dadas las condiciones para su aplicación?
Embajador Revanales: La respuesta es sencilla, se encuentra en el cumplimiento de los Artículos 3 y 4 de la CDI referidos a los elementos esenciales de la democracia y sus componentes. Cualquier gobierno o ciudadano que haga una revisión de estos elemento podrá verificar que existe una violación continuada, premeditada y planificada de estos: la violación a los Derechos Humanos y libertades fundamentales; la separación de poderes o la falta de transparencia y probidad de la gestión publica son hechos públicos y notorios que responden su pregunta
LP: Si se aplica la Carta Democrática como solicita el Sr Borges o el Sr Vivanco ¿que sanciones se aplicarían?
Embajador Revanales: Creo que a estas alturas no se puede pedir en el aire la aplicación de la Carta Democrática, hay que ser más precisos. Si usted va a una farmacia porque tiene fiebre, usted puede pedir un antibiótico; pero también tiene que especificar que antibiótico quiere. La Carta Democrática tiene un menú de acciones y una sola sanción, la exclusión del país mientras persistan las causas que la originan; pero entre las acciones ya todas han sido puestas en práctica sin resultados como han sido las gestiones diplomáticas realizadas por el Vaticano y los buenos oficios de Zapatero, Torrijos y Leonel Fernández, a quienes le damos el beneficio de la duda a pesar de su triste y parcializada actuación; por lo que en este momento y a estas alturas del partido, quienes conducen este proceso a nivel internacional, le quedan dos caminos: evitar lo que el gobierno quiere, que es según el ART 19 de la C.D, ser excluido del sistema interamericano, -al estilo cubano-; o lograr que un Estado miembro o el Secretario General invoquen el ART 18 de la C.D, para efectuar una visita a Venezuela con la finalidad de realizar una apreciación colectiva, algo a lo cual el gobierno le tiene pánico.
LP: Pero esa visita requiere de la autorización del gobierno…
Embajador Revanales: Cierto lo más probable el gobierno se negara, invocando la trillada soberanía; pero su negativa abriría el camino para la aplicación del ART 20, el cual establece que cuando un gobierno o un Estado se sale de los caminos democráticos, cualquier Estado o el Secretario General podrán solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente para realizar una apreciación colectiva de la situación y adoptar las decisiones que estime conveniente; decisiones que en ningún momento podrían ser calificadas de intervención, al ser Venezuela parte de la Carta Democrática y haber aceptado las reglas del juego democrático.
LP: ¿Que se quiere decir con que adoptaría las decisiones que estime conveniente? Eso suena como a “intervención”
Embajador Revanales: En absoluto, las medidas tomadas en órganos colectivos no pueden ser consideradas intervencionistas. Recordemos cuando la I guerra del Golfo en 1990, autorizada por el Consejo de Seguridad, al contrario de la segunda invasión efectuada unilateralmente por EE.UU, Inglaterra y España.
LP: Para concluir, usted como testigo de excepción cuando los Jefes de Estado instruyeron la redacción de la Carta Democrática, ¿cuál recomendación daría?
Al gobierno, si son ciertas las amenazas, conspiraciones guerra económicas que conspiran contra la estabilidad del gobierno, levantar el teléfono y recurrir al Sr. Almagro o algún miembro del Consejo Permanente para denunciar a Trump y los conspiradores; como lo hizo Rómulo Betancourt cuando Cuba invadió a Venezuela y Trujillo en República Dominicana cuando le puso una bomba al presidente Betancourt en el paseo Los Próceres.
En cuanto a la oposición que no puede pedir la aplicación de la Carta y quedarse ahí; estratégicamente aunque el gobierno se va a negar, convencer a un Estado miembro de que proponga en base al ART 18, la conformación de una delegación del Consejo Permanente para que realice una visita a fin de que evalué la crisis que vive Venezuela. La negativa del gobierno será un tanto más a favor de la restitución del sistema democrático en el país, debido a que el siguiente paso sería la convocatoria inmediata de un periodo extraordinario de una sesión de la Asamblea General que está conformada por los Cancilleres, que ya son palabras mayores, en particular por la baja popularidad de la Sra Rodríguez dentro de los presidentes latinoamericanos (lapatilla.com)