Alrededor de 3.900 funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), Policía Nacional Bolivariana (PNB), Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) y La Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (Sunagro) salieron este martes a fiscalizar las panaderías de Caracas, generando incertidumbre entre los comerciantes ante la posible ocupación del negocio por parte del gobierno, reseña El Nacional.
En un recorrido realizado por el medio en varias panaderías de Caracas se pudo constatar la situación. Muchos de los dueños de los locales se negaron a dar declaraciones o lo hicieron bajo el anonimato por miedo a represalias: siempre con frases cortas, en un tono de voz bajo o evadiendo el tema.
La consulta en los locales reflejó que la distribución de harina de trigo para hacer pan, por parte de Sunagro, varía de negocio en negocio respecto al número de sacos y el tiempo de reposición del insumo, afectando el abastecimiento y generando colas.
En una panadería de El Paraíso, el encargado de negocio accedió a ofrecer detalles con cierta desconfianza, pues los fiscalizadores enviados por el gobierno habían pasado a anunciar su presencia y eventual inspección.
Con cierto nerviosismo y breves palabras expresó que cree poco viable cumplir con la nueva normativa del gobierno, ya que no han recibido harina de trigo desde comienzos de febrero: cuando les llegaron 50 sacos.
Con la incertidumbre reflejada en su voz, agregó que generalmente reciben la materia prima a comienzos o mediados del mes, pero en lo que va de marzo se mantienen en espera.
Fiscalizaciones
En otro comercio de la misma cuadra comenzaba a formarse la cola para adquirir el pan, los ciudadanos esperaban para adquirir el alimento tras la inspección de la Sundde. El encargado de allí se negó a declarar al respecto, con los brazos cruzados a la altura del pecho y actitud de recelo.
Entretanto, en San Martín se llevaba a cabo la fiscalización de otro local. El dueño de la panadería ofrecía declaraciones sobre su producción, cuánta harina iba a requerir para garantizar el pan diariamente, los precios del alimento y su respectivo peso.
La fiscal, que aseguró no estar autorizada para hablar con los medios, señaló que el pan francés debía costar 80 bolívares y pesar 80 gramos cada uno, por lo que de inmediato el comerciante se vio en la obligación de pesar tres unidades. Solo uno alcanzó al peso requerido: los otros dos eran de 70 y 75 gramos.
En ese momento no había pan canilla ni francés, pues se habían acabado. Sin embargo, disponían de pan dulce, de coco y cachitos, a 500, 800 y 1.500 bolívares respectivamente. Trascendió que los organismos de fiscalización analizan el patrón de producción y consumo para determinar cuánta harina destinarán a los negocios.
“¿Cuánto pan canilla tu me vas a producir hoy? ¿Cuánto pan francés tu me vas a producir mañana?”, increpaba la autoridad al panadero, mientras esperaba la llegada de más funcionarios.
“Prometieron harina y no han cumplido”
En la avenida Baralt también se realizaban inspecciones. Los trabajadores de una panadería de la zona se preparaban para el cierre del local por parte de las autoridades. En sus rostros se notaba el descontento y la incertidumbre, pues se habían evidenciado irregularidades: el francés era vendido en 130 bolívares. Acotaron que reciben harina de trigo diariamente, aproximadamente 13 sacos.
Otro panadero en La Candelaria, molesto por la situación, explicó que las vitrinas del local estaban vacías porque luego de una fiscalización, a inicios de marzo, les exigieron mantener la venta de pan todo el día. Como consecuencia gastaron los 17 sacos de harina que poseían. Aunque les prometieron enviar más materia prima, no han cumplido.
“Fiscalizaron del Distrito Capital y la harina que teníamos se gastó toda (…) La materia prima está cara y se debe comprar por otro lado, pues solo de harina no se hace el pan”, comentó el dueño del negocio.
El comerciante agregó que el negocio podría producir la cantidad de pan que exige el gobierno, pero este debe garantizar suficiente harina.
Alternativas
“Yo soy del medio porque estoy sufriendo las consecuencias”, expresó la señora Nelly Castro, quien acababa de adquirir cuatro canillas por 1.000 bolívares en otro local. Explicó que cuando no puede comprar pan debe adquirir otros alimentos en sustitución: como yuca, papa o batata, pero por su avanzada edad no puede cocinar.
Castro abogó por el proceso de fiscalización como posible solución a la escasez. A su juicio, es necesario que los panaderos den cuenta de la cantidad de harina recibida y su producción.