Dos kenianos y un etíope coronaron el podio de la séptima edición del maratón de Jerusalén que se celebró esta mañana en la ciudad santa con un récord de participación de 30.000 corredores, 3.500 de ellos de 70 nacionalidades distintas, informó un comunicado oficial.
El keniano Shadrack Kipkegey, de 25 años, venció tras 2h17:36, un segundo por encima de la marca que hizo el año pasado cuando también se impuso en la competición, seguido por el etíope Wendwesen Tilahun Damte, de 28 y el también keniano Mathew Kibiwott, de 31, que cumplieron unos tiempos de 2h20:47 y 2hh21:25, respectivamente.
También dos kenianas, Emily Chepkemoi, de 36 años con 2h49:25 y Merci Too de 34 y 2h57:44, vencieron al resto de las corredoras en la categoría femenina.
La competición es conocida en el mundo del atletismo como una de las más “rompepiernas” a nivel internacional por la orografía tan particular de Jerusalén, plagada de subidas y bajadas.
La carrera comenzó en una zona próxima al Parlamento israelí, continuó por uno de los campus de la Universidad Hebrea, el Valle de la Cruz y recorrió parte de la urbe hasta el Monte Scopus, descendió hasta la histórica Ciudad Vieja, que fue atravesada por los corredores, y finalizó en el parque Sacher.
Además de la prueba del maratón completa, en la que se inscribieron 2.000 personas, se celebró un medio maratón y carreras de 10 y 5 kilómetros, y familiares.
Entre los participantes en esta última categoría se registraron decenas de personas que forman parte de la organización Una Familia que apoya a las víctimas de ataques o a sus familias.
Cientos de efectivos policiales se desplegaron por la ciudad para garantizar el buen desarrollo de la carrera, que trató de ser interrumpida por un centenar de judíos ultraortodoxos que protestaban el arresto de un joven de su comunidad y que fueron dispersados por la Policía, según comunicó una portavoz.
Además, varias calles fueron cortadas para facilitar el recorrido, aunque la circulación de vehículos ya se ha restablecido con normalidad. EFE