Theresly Malavé y Omar Mora Tosta, abogados defensores de Alexander Tirado y Raúl Emilio Baduel critican el silencio con que el Tribunal Supremo de Justicia, TSJ, ha manejado el caso de estos jóvenes aragüeños, quienes desde el pasado 21 de marzo de 2014 se encuentran injustamente privados de su libertad y condenados a ocho años de prisión por protestar pacíficamente con un megáfono y una cruz de madera.
Nota de prensa
Como se recordará, hace tres años, Baduel y Tirado, también conocido como “El Gato de Aragua”, protagonizaban una protesta pacífica en la avenida Bolívar de Maracay, específicamente en las inmediaciones del Parque de Ferias de San Jacinto, cuando fueron detenidos por efectivos de la Policía de Aragua, quienes según denunciaron los abogados defensores, manipularon las actas policiales para incriminar a estos jóvenes en un hecho de violencia que nunca se suscitó.
Mora Tosta recuerda que los efectivos policiales, durante el juicio amañado que se celebró, repitieron la misma historia en donde supuestamente Baduel y Tirado se opusieron al arresto y lanzaron bombas molotov. “Esa mentira se les cayó en el juicio porque los mismos expertos del Ministerio Público aseguraron que ninguno de los dos detenidos estuvieron en contacto con gasolina, explosivos ni nada que se les parezca y en el video de la detención, se observa claramente que nadie puso resistencia, más bien se montaron voluntariamente en la patrulla, pero aún así, Iris Araujo Francés, juez segundo de juicio de Aragua, desestimó las pruebas de la Fiscalía y de la defensa y condenó a ocho años de prisión a estos estudiantes, criminalizando así la protesta en Venezuela”.
Por su parte, Theresly Malavé contó que luego de este aberrante juicio, la defensa apela ante el Circuito Judicial de Aragua, “y el juez rector, Juan Luis Ibarra, quien en la premura de recibir el cargo en el TSJ, no leyó el expediente y confirmó la insólita sentencia condenatoria de ocho años de prisión”.
Durante la audiencia de apelación, celebrada en julio de 2015, Tirado y Baduel fueron declarados en contumacia por el Presidente del Circuito Judicial, hoy magistrado del máximo tribunal, aún cuando a la Cárcel de Tocuyito donde cumplían sentencia, para ese momento, nunca llegó la orden de traslado. “Ahí se evidencia la flagrante violación al debido proceso y al derecho de la defensa que tienen todos los venezolanos”, añadió Malavé.
Desde mediados de 2015, el caso de estos jóvenes pasó al TSJ y hasta el momento, solo ha habido un pronunciamiento, en diciembre de 2015, cuando la Sala de Casación devolvió el expediente a su tribunal de origen, por no habérsele notificado a los acusados de la ratificación de la sentencia.
“Ya han pasado seis meses, desde que TSJ, con ponencia del magistrado Maikel Moreno, tienen nuevamente el expediente de Baduel y Tirado y seguimos esperando audiencia”, dijo Malavé, quien además pide la anulación “del juicio infame” que condenó a estos jóvenes, porque “las pruebas de fiscalía y defensa demostraron su inocencia y porque demostramos además que la protesta donde participaban era una manifestación pacífica y la protesta pacífica es un derecho tipificado en la Constitución”.
Mora Tosta explicó que el proceso actualmente se encuentra en una suerte de “agujero negro espacial o limbo jurídico”, ya que el TSJ no se pronuncia y mientras tanto, Baduel y Tirado siguen sumando días de encierro, aún cuando son inocentes, y sus vidas han corrido peligro en las cinco cárceles de presos comunes donde han sido trasladados a lo largo de estos tres años.
Como se recordará, a estos jóvenes los torturaron y fueron tratados cruelmente durante los siete meses que estuvieron en la Cárcel de Uribana (Lara). Los internos de la cárcel de Tocuyito (Carabobo) los secuestraron en varias oportunidades, además fueron trasladados, sin orden alguna y de noche, para el internado judicial 26 de Julio en Guárico, y hasta la fecha, ningún médico ha podido verificar el estado de salud de Baduel y Tirado.
Por su parte, las familias de ambos presos políticos aseguran que tanto Raúl Emilio como Alexander “El Gato”, están fortalecidos en alma, cuerpo y mente, y piden, a los órganos de justicia la pronta liberación de estos jóvenes aragüeños, quienes están presos por pensar distinto, adversar al Gobierno y sobre todo soñar con la mejor Venezuela.