Pese a dar a Ferrari como favorito para la temporada 2017, el británico Lewis Hamilton (Mercedes) dio el primer golpe al hacerse con la pole en el Gran Premio de Fórmula 1 de Australia, con el que se abre el curso este fin de semana.
El triple campeón del mundo (2008, 2014 y 2015) dio la vuelta al trazado urbano de Albert Park de Melbourne en 1:22.188, con neumáticos ultrablandos, marcando un nuevo récord en la pista australiana.
Sus principales perseguidores, el alemán de Ferrari Sebastian Vettel y su nuevo compañero en Mercedes, el finlandés Valtteri Bottas, quedaron a tres décimas de Hamilton, que de esta manera logra su pole número 62 en su carrera.
“Está siendo un fin de semana fantástico. Estoy enormemente orgulloso de mi equipo”, dijo Hamilton. “Valtteri hizo un gran trabajo y es muy positivo para nuestro equipo Mercedes. Será una carrera ajustada”, añadió.
Hamilton recordó que “el cambio de reglamento era un desafío para todo el mundo y (sus ingenieros) han trabajado mucho, porque era difícil llevar el coche hasta el límite que ha alcanzado hoy”.
Ferrari y Vettel, que se encuentran en la primera línea de la parrilla de salida por primera vez desde el pasado Gran Premio de Singapur en 2015, ¿serán capaces de amenazar la aparente supremacía de Mercedes?
“Me hubiera gustado haberla conseguido, pero no creo que la pole estuviese a mi alcance hoy, aunque creo que mañana podemos hacer algo en carrera”, aventuró Vettel.
Lo que parece claro es que la victoria en Melbourne se la disputarán estas dos escuderías, dado que el otro piloto de Ferrari, el finlandés Kimi Raikkonen, logró el cuarto mejor tiempo y ocupará la segunda línea de la parrilla de salida junto a su compatriota Bottas.
De esta manera se confirman las conclusiones que se habían podido sacar por los entrenamientos de pretemporada y en los ensayos libres del Gran Premio de Australia, donde también se ha visto, pese a una climatología cada vez más gris y húmeda, la extraordinaria velocidad de los nuevos monoplazas.
– Pilotos al límite –
La gran duda ahora es saber la capacidad de los pilotos a afrontar carreras que serán mucho más exigentes físicamente en unos autos más grandes, más pesados y más rápidos. En estas condiciones “la resistencia será más importante que nunca y podríamos ver más errores en carrera, pilotos llevados al límite”, profetizó Paddy Lowe, director técnico de Mercedes que pasó antes por Williams.
La mayor parte de los pilotos han confirmado este extremo y muchos aseguran que nunca se habían preparado tanto físicamente como en el último invierno.
Frente a su público, el australiano Daniel Ricciardo se salió de la pista en la Q3 y estropeó la parte de atrás de su coche, lo que obligó a interrumpir ocho minutos la carrera.
Su compañero de equipo holandés en Red Bull Max, Verstappen, saldrá de la tercera línea, junto al francés Romain Grosjean (Haas). Por detrás se situarán el brasileño Felipe Massa (Williams) y el español Carlos Sainz Jr (Toro Rosso).
Por su parte el mexicano Sergio Pérez (Force India-Mercedes) saldrá de la sexta línea mientras que el español Fernando Alonso (McLaren-Honda), con el decimotercer mejor tiempo, partirá de la séptima.
“Después de las dificultades encontradas en los test invernales, vinimos a Melbourne sin tener claro dónde estábamos, por lo que el haber pasado por todas las sesiones más o menos sin problemas ya es mejor que lo esperado”, se consoló el doble campeón del mundo español.
Por otro lado, Sauber anunció que su piloto alemán Pascal Wehrlein, retrasado en su preparación por una lesión en la espalda sufrida en enero, “no está listo físicamente”, por lo que renunció a tomar parte en la sesión del sábado y fue sustituido por el joven italiano Antonio Giovinazzi.
Por lo tanto, el domingo habrá de salida dos pilotos ‘novatos’, ya que además de Giovinazzi, correrá por primera vez una carrera de Fórmula 1 el canadiense de Williams Lance Stroll, que saldrá desde la última posición de la parrilla tras haber sido penalizado por haber tenido que cambiar la caja de cambios.
AFP