El presidente de Conindustria, Juan Pablo Olalquiaga, aseguró este martes que en Venezuela no hay condiciones para que las empresas puedan contribuir en el desarrollo del país, además que se debe contar con una política que vaya recuperando el nivel adquisitivo de sus ciudadanos, pero sin controles tan rígidos.
LaPatilla.com
“Si los 15 motores están funcionando entonces no hay guerra económica. Venezuela no es un país industrializado sino que vive de la renta petrolera. La falta de capacidad y competitividad de los trabajadores venezolanos es muy alta”, dijo Olalquiaga durante una entrevista en el canal de noticias Globovisión.
Recalcó que “para que la economía venezolana se recupere hace falta que haya respeto a la propiedad, Estado de derecho y se desmonten de controles, porque la confianza nace cuando se cumplen las promesas. Pero si no están las tres condiciones, ¿qué posibilidad tiene una empresa de mantenerse operativa? Se debe tener una política que vaya recuperando el nivel adquisitivo de los venezolanos”.
Expresó que el Dicom -como mecanismo común para traer materia prima- “no existe, posiblemente para alguna empresas, así como también el Cencoex. No hay un mecanismo que una empresa pueda acceder”.
Adelantó que “pasamos de 12.700 empresas industriales a 4.000, según cifras de 2007, mientras que el Estado registra 500. Además, 17 % de las empresas no tiene con qué trabajar”.
Sobre las subastas semanales, expresó que “si partimos de la experiencia entre lo que dice el Gobierno y lo que realmente cumple, entonces podemos decir que es muy mala. No hay un reparto. ¿Con qué divisas el gobierno logra satisfacer las necesidades de las empresas y las del país? Ojalá tengan un plan bajo la manga y que tengan una cantidad suficiente de divisas para satisfacer todas las necesidades de las empresas y del país”.
“La inflación es producto de tener mucho dinero inorgánico. El crecimiento de precios de los productos es el reflejo de una macroeconomía no controlada. Hay que subir los mecanismos de producción para que cubran el exceso de dinero”, dijo.