Concentración del poder en la presidencia es anti-democrático, según Unete

Concentración del poder en la presidencia es anti-democrático, según Unete

JOSE ANTONIO GARCIA

 

El portavoz de la Central de Trabajadores UNETE y directivo de la Federación de Trabajadores del Estado Sucre (URT) José Antonio García, rechazó las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)155 y 156 en la que el máximo Tribunal asume las facultades de la Asamblea Nacional (AN) y otorga más poderes al Presidente de la Republica Nicolás Maduro, además, manifestó que el Consejo Nacional de la Defensa no puede solucionar la crisis ni la ruptura del hilo constitucional.

Nota de Prensa





“Estas últimas sentencias del TSJ son inconstitucionales y solo generan violencia en el país. De igual manera la concentración del poder en la presidencia de la República es anti democrática y en buena medida la responsable de la crisis económica, política y social que vive el país; y de abusos, excesos y en algunos casos hasta de la represión que se experimenta en Venezuela”, señaló el sindicalista.

En cuanto a la instalación del Consejo de Defensa convocado por el primer mandatario nacional en las últimas horas, García aseguró que esta instancia no solucionará la crisis que hoy se vive en Venezuela, ni mucho menos es la adecuada para resolver como “amerita” la ruptura del orden constitucional.

“Una instancia integrada en buena medida por las mismas personas causantes de la coyuntura y crisis actual no es un espacio para soluciones, y en segundo lugar, la ruptura del hilo constitucional es un caso que le compete a la Fiscalía y a los órganos de justicia del país, aquí no puede haber borrón y cuenta nueva”, indicó García

UNETE considera que para que se encause la ruta democrática en el país, deben celebrarse las elecciones de Gobernadores pospuestas por el CNE y el TSJ que debieron efectuarse a finales del año pasado y las de los diputados de Amazonas, así mismo tomar medidas para la independencia y autonomía de poderes, la instalación de espacios tripartitos en donde la clase trabajadora autónoma e independiente, y no movimientos paralelos, participen para darle una respuesta y salida la crisis económica.

Para estas organizaciones el llamado a diálogo no debe ser un bandera de tipo político ni un mecanismo para aguantar la crisis, sino un mecanismo mucho más profundo de soluciones de la crisis y de la democracia.