Åhléns, la principal cadena sueca de grandes almacenes, reabrió este su tienda en la zona peatonal de Estocolmo tres días después del atentado, en el que un camión se estrelló contra su fachada después de recorrer cientos de metros atropellando gente. EFE
La compañía sueca había anunciado inicialmente que abriría ayer y que iba a vender a mitad de precio los productos dañados por el humo provocado por el ataque, lo que generó fuertes reacciones en las redes sociales criticando su “avaricia”.
Åhléns respondió en un primer momento “lamentando” el malentendido, aunque mantenía su decisión de abrir y vender la mercancía a precio reducido apelando a sus “valores”, como trabajar por la “sostenibilidad”.
Pero finalmente dio marcha atrás con respecto a los productos dañados y pospuso la reapertura.
“Nos cegamos en nuestro empeño por abrir rápido. Defendemos una sociedad abierta y era importante por nuestros valores. Pero fue una mala decisión y las malas decisiones hay que cambiarlas”, explicó ayer a la agencia TT su director ejecutivo, Gustaf Öhrn.
La tienda reabrió hoy a las 10.00 hora local (08.00 GMT), aunque algunas zonas siguen cerradas por reparaciones y una de las entradas, contra la que se estrelló el camión, tapiada con un tablón.
“Los productos dañados han sido retirados. Ahora estudiaremos las posibilidades de donarlos, devolvérselos a los distribuidores o, si es necesario, tirarlos”, informó Åhléns en un comunicado.
Dos personas han sido detenidas por los atentados, incluido el supuesto autor del ataque, un uzbeko de 39 años cuya solicitud de asilo había sido rechazada el pasado verano y sobre el que pendía una orden de expulsión.
Cuatro personas murieron -dos suecos, un belga y un británico- y nueve permanecen hospitalizadas, dos de ellas muy graves.