El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, afirmó hoy que el organismo interamericano no puede ser “neutral” y debe defender siempre los valores y principios democráticos.
EFE
Almagro habló así en la Cumbre Latinoamericana de Marketing Político y Gobernanza que tiene lugar en Miami, donde intervino antes de la entrega de premios al buen gobierno.
Almagro, que fue canciller de Uruguay durante el gobierno de José Mujica, habló de la necesidad de hacer la democracia cada vez más participativa y subrayó que la OEA fomenta una cultura de “entendimiento y consenso”.
El secretario general, que ha mantenido una postura firme ante el Gobierno venezolano durante la crisis actual, dijo, sin mencionar en ningún momento a Venezuela u otro país, que el organismo que dirige no puede ser utilizado para “silenciar” las denuncias de los ciudadanos cuando se producen violaciones de los derechos humanos.
Además subrayó que desde su puesto va a ser un “aguerrido defensor” de los derechos de esos ciudadanos, declaración que fue recibida con aplausos por los participantes.
Almagro hizo hincapié en su discurso en que es necesario dar más derechos a más personas y mencionó que el sistema democrático consiste cada vez más en “articular las demandas de los ciudadanos en su vida cotidiana”, no las de los más poderosos, sino las de la gente común.
“La exclusión y la desigualdad de oportunidades de progreso” son dos de los elementos que “más alimentan el desencanto con la democracia”, señaló.
Hoy en día el ciudadano pasa a ser “responsable directamente de lo que pasa en su sistema político” y puede denunciar “casos de corrupción, catástrofes naturales o violaciones de los derechos humanos”.
Refiriéndose a América Latina señaló la necesidad de reducir la desigualdad, de brindar un acceso igualitario a los derechos ciudadanos y lograr un desarrollo integral, lo que no puede hacerse “si la vida de uno vale más que las de otros”.
Se necesita un “fortalecimiento sustancial” de la democracia, señaló Almagro, quien tras su discurso recibió un reconocimiento por su defensa del sistema democrático de manos de Eduardo J. Padron, presidente del Miami Dade College (MDC), un centro universitario con más de 165.000 alumnos.