El chavismo exhibió hoy parte de lo que considera sus fortalezas cuando faltan horas para que el país sea escenario de marchas y contramarchas, en contra y a favor del Gobierno de Nicolás Maduro, mientras la oposición reitera que mantendrá sus demandas ante el “golpe de Estado” oficialista.
EFE
Las marchas que se llevarán a cabo el miércoles han sido exaltadas por ambos bandos como las movilizaciones que demostrarán quién es mayoría, y se realizarán tras tres semanas de protestas antigubernamentales de calle que han dejado al menos seis muertos, un centenar de detenidos y cientos de heridos, según los balances de la oposición.
La jornada de hoy se inició con un desfile de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) encabezado por el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino, que ratificó su apoyo incondicional a Maduro ante los “actos de violencia” durante las protestas opositoras.
El ministro acusó a la oposición de tener “una agenda criminal y cargada de odio que incluye actos terroristas, disturbios, saqueos, vandalismo, distintas formas de violencia”, y pidió no llamar represión “a la acción del Estado orientada a la restitución del orden público”.
Padrino aseguró que en Venezuela existen bandas violentas financiadas desde el exterior “por organizaciones de derecha radical” que promueven actos violentos para justificar una intervención extranjera y afirmó que, a su vez, este plan es “auspiciado y orquestado por algunos diputados” opositores.
En el marco de ese evento, cientos de militares se concentraron en Caracas para conmemorar el séptimo aniversario de la milicia, un cuerpo de civiles armados al servicio de la FANB creado por el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) una figura que, según la oposición, está fuera de la Constitución.
Al acto asistieron miles de milicianos que frente al palacio presidencial de Miraflores fueron informados, por parte del mismo Maduro, de que se aprobó un plan para expandir a 500.000 los miembros de la Milicia Bolivariana que, armados con fusiles, se desplegarán en todas las zonas para la defensa del país.
“Un fusil para cada miliciano”, dijo el jefe de Estado en cadena obligatoria de radio y televisión.
El presidente indicó que la meta final, “grande pero indispensable”, es “ir a la organización y entrenamiento de un millón de milicianos (…) organizados, entrenados y armados para defender la paz” ante supuestos intentos de la oposición de promover una intervención internacional.
Más tarde, el primer vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), el diputado Diosdado Cabello, anunció que para la “marcha histórica” del chavismo pautada para el próximo miércoles, unos 60.000 motoristas se movilizarán en la ciudad tras partir de dos puntos del oeste de la ciudad.
Son “60.000 motorizados que van a salir”, dijo a modo de advertencia y añadió a continuación: “Quisiéramos ver a los dirigentes de la oposición al frente de su marcha con sus actividades para tumbar al Gobierno revolucionario”.
Aseguró, sin embargo, que esta movilización será de “gente que quiere la paz”.
“El 19 de abril toda Caracas será tomada por las fuerzas revolucionarias y no nos alboroten que nosotros sabemos para dónde tenemos que ir, nuestro pueblo está ansioso”, dijo.
Entretanto, desde la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) controlado por la oposición, varios gremios y asociaciones civiles de Venezuela informaron que participarán en la marcha opositora del miércoles para manifestar contra lo que consideran un “golpe de Estado” y una “ruptura del hilo constitucional” en el país.
El primer vicepresidente de la Cámara, Freddy Guevara, llamó a los gremios a avanzar “en la escalada de presión contra la dictadura este 19 de abril”.
El diputado explicó que esta movilización busca apoyar el proceso que inició el Parlamento para destituir a los siete magistrados de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que firmaron dos sentencias por las que la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, declaró que se había roto el hilo constitucional.
Estas decisiones fueron luego aclaradas y parcialmente suprimidas por el Supremo y, sin embargo, la oposición venezolana y la AN insisten al denunciar la existencia de un golpe de Estado, por lo que han llamado a varias manifestaciones, entre ellas la del próximo miércoles.
Por su parte, el presidente de la AN, Julio Borges, negó esta jornada que dirigentes de la oposición se reúnan en República Dominicana para negociar con el Gobierno de Maduro o con fines desestabilizadores y aseguró que la agenda de los adversarios políticos del chavismo es la protesta de calle.