Bernard Horande: En la consulta al pueblo está la salida de la crisis

Bernard Horande: En la consulta al pueblo está la salida de la crisis

Bernard Horande considera que es muy difícil “vender” la imagen del Gobierno, y a la oposición recomienda “montarse en un mensaje de esperanza” / Foto El Universal
Bernard Horande considera que es muy difícil “vender” la imagen del Gobierno, y a la oposición recomienda “montarse en un mensaje de esperanza” / Foto El Universal

 

Definitivamente, en la consulta del pueblo está la clave de la salida de la crisis política, social y económica en la que está sumergido el país; pero no se trataría de una convocatoria a elecciones generales como se insiste de manera radical, sino en el llamado al país, a través de la figura del referéndum consultivo, que permita recoger la opinión de la mayoría de los venezolanos sobre el álgido tema.

Por Gilberto Carreño para el diario El Universal





Así lo estima el consultor en planificación de estrategias de mercadeo, Bernard Horande, para quien “debería insistirse  más en la necesidad de una consulta a la gente en este momento, si el Gobierno debe continuar o no; porque entre otros, no podemos dejar que la gente siga pasando hambre, por la carencia y altos costos de la comida que ha llegado al extremo de ver cómo crece cada día más la cantidad de personas comiendo de la basura”

Para Horande, quien preside la empresa DeMercadeo Consulting & Training, la política vista desde la perspectiva del marketing debe acudir a la historia, para encontrar en los errores y los éxitos del pasado, las recomendaciones para solucionar las dificultades del presente. De allí que para abordar el aspecto del mensaje político elaborado por la dirigencia de un país, como en el caso concreto de Venezuela, apele a parte del proceso vivido, especialmente de su etapa contemporánea. De ella, retoma el contenido del que considera un mensaje del pasado que bien pudiera ser aplicado en la actualidad para resolver la crisis que hoy se vive en el país, de “democracia con energía”

De Chávez a Maduro
Bernard Horande hace un breve recuento  histórico que parte del proceso iniciado poco antes de la aparición en el panorama político de Venezuela del comandante Hugo Chávez y, donde según su percepción, el país comenzó a vivir una progresiva ruptura de sus instituciones entre los años 80 y 90, cuando se registran acontecimientos como el del “Caracazo”, en el 89, y el golpe de Estado, en el 92.

Según lo explica, desde aquel momento comenzaba a evidenciarse una ruptura progresiva de la población con sus partidos y cierta incredulidad en las instituciones de la república, que determinaron la búsqueda de nuevas alternativas de gobierno, las cuales llegaron a recaer en el emergente comandante. Sin embargo, estima que su carisma y liderazgo llegaron a caer en un punto bajo, a causa entre otras de la disminución de los precios petroleros, lo que contribuyó al surgimiento de una oposición que en un momento dado lo derrocó, por apenas días, y que igualmente recuperó  tras el  referéndum de 2004  y se consolidó apoyado en una nueva alza en los precios del crudo que se mantuvo hasta el momento de su muerte.

La interpretación del experto en relación con lo expuesto, es la estrecha relación que existiría entre, carisma, liderazgo y recursos disponibles, para mantener la aceptación de los gobernantes por parte de las mayorías de la población; y es lo que explicaría, de acuerdo con su análisis, lo que permitiría la continuación del chavismo en el poder, con Nicolás Maduro, después de la muerte del líder. Pero, con los precios petroleros en caída, comenzaba un nuevo proceso que llega a la actualidad, por no disponer el Estado de los suficientes recursos para sostener sus gastos, un deficiente carisma y el nivel de popularidad del Presidente llega al más bajo nivel que se haya registrado en un gobernante en los últimos años.

El error sucesorio de Chávez
Desde el punto de vista político, Horande considera un  error de Chávez no haberse preocupado por la formación del líder que pudiera sucederle en el poder en cualquier momento, y de manera especial que su escogencia ante el advenimiento de su enfermedad fuera precisamente Nicolás Maduro.

Claves en el mercadeo político
Para los políticos con aspiraciones de liderazgo existen ciertas estrategias que, en opinión del experto, deben ser tomadas en cuenta cuando de “vender a un candidato al igual que cualquier producto se trate”, como son entre otras el carisma personal que proyecten, formación profesional, capacidad organizativa-gerencial; y en el caso de la dirigencia gubernamental, especialmente, disponibilidad de recursos para hacer frente a las exigencias que le plantean la población. Pero con todo esto, creatividad y habilidad para la elaboración del mensaje, y con todos estos elementos entra el juego el papel del especialista en mercadeo, señala.

Retrocede un poco más atrás en la historia para referirse las que considera las campañas más exitosas para vender la imagen de candidatos presidenciales: las de Carlos Andrés Pérez y Hugo Chávez. En el primero de los casos, la construcción de la imagen debió ser más rigurosa por las características del personaje: hombre de hábitos un tanto conservadores en el vestir, su vinculación a la represión policial y personalidad poco carismática, que ameritaron un riguroso trabajo para la empresa publicitaria, Corpa, a la que le correspondió el trabajo. Así pudimos observar a un Carlos Andrés sonriente, saltando charcos y vistiendo un saco a cuadros que le imprimían una imagen más juvenil, a la moda.

La elaboración del mensaje fue la otra parte que le resultó exitosa. El momento requería de un lema de campaña que hiciera pensar en la necesidad de profundizar en la democracia, pero garantizar la seguridad pública y la firmeza para manejar los asuntos del Estado, y allí nació el concepto de la “democracia con energía” y “ese hombre si camina”. A CAP lo acompañó la “buena suerte” de disponer los suficientes recursos para mostrar a un Estado generoso, aspecto que para su segunda Presidencia le fue adverso, con las consecuencias ya conocidas.

En relación con Hugo Chávez, el carisma estaba abonado, y la exigencia de cambio por parte de la población, ante un país que, como lo indicó Horande, comenzaba a transitar por los caminos de una ruptura de la gente con sus partidos e incredulidad en las instituciones del Estado, sumados a la más terrible baja de los precios petroleros experimentada durante el gobierno de Rafael Caldera, facilitaron el arribo al poder de esa especie de mesías en la que se constituyó el comandante Chávez en aquel momento.

Consejos al gobierno
Si le correspondiera dar consejos al Gobierno, le recomendaría utilizar los múltiples canales de los cuales dispone, representados en los distintos organismos que dependen de él, sin embargo considera que, hablando en términos de mercadeo, el producto que ofrece no es bueno y además muy caro el precio que debe pagarse, y que en tales condiciones, resulta muy difícil venderlo, ya que no  está solucionando los problemas de la gente. Por tanto, estima que resulta muy difícil construir un mensaje realmente convincente para un gobierno, en estas condiciones.

A la oposición
Es del criterio Horande que para la oposición la tarea debería ser más fácil, pues según señala, el sector oposicionista “lo que tiene es que montarse es en un mensaje de esperanza; debe dejar de hablar mal de lo que está pasando, porque peor de lo que está viviendo la gente y de lo que está sufriendo no hay nada igual, por lo que nada se hace con insistir en repetirle a la gente siempre lo mismo”.

Asimismo que en lugar de aferrarse en una convocatoria a elecciones generales como se está haciendo, lo más alcanzable a corto plazo pudiera ser utilizar el mecanismo del referéndum consultivo previsto en la Constitución, para que sea el pueblo quien en definitiva diga lo que aspira.

El Horande político
A Bernard Horande le correspondió ejercer como diputado al entonces Congreso Nacional, precisamente en la época en la que ocurrió la transición del Gobierno de Carlos Andrés Pérez a la Presidencia provisional de Ramón J. Velásquez. Actualmente  tiene la responsabilidad de dirigir el  partido Independientes por el Progreso –Gente- que se encuentra validado, por haber sido inscrito inmediatamente después de las elecciones parlamentarias de 2015.

“Somos un partido de oposición, creemos en el concepto de la unidad, dentro de una apreciación que va más allá de los  partidos políticos,  y asigna especial importancia a la sociedad civil y a la unidad de las instituciones en busca de un mismo fin; pero no estamos en el mecanismo de la MUD,  porque consideramos que dentro de ese espacio no tenemos mucho que buscar, porque consideramos que se trata de un espacio que está dominado por algunos partidos grandes que están desarrollando su propia labor”, dijo para concluir, pero advirtiendo que para su organización está muy clara la necesidad de trabajar por la unidad y apoyar a quienes resultaran escogidos para representarla en cualquier proceso electoral al que se convoque a los venezolanos.