Distinto sería preguntar ‘para qué esta protestando, o para qué está marchando’. Los más serios estudios de opinión, así como la evidencia empírica, indican que entre un 85 y un 90% de la población quiere salir de este régimen, devenido en dictadura.
En donde podrían haber divergencias en los ‘para qué’, tiene que ver con distintas soluciones posibles.
Por ejemplo, hay quien afirma que primero hay que salir de la dictadura y luego se harán las elecciones. Otros dicen que precisamente es con elecciones que saldremos de la dictadura.
¿Cuál sería la mejor fórmula? Veamos.
En algunos casos, los pueblos han salido de dictaduras mediante enormes y sostenidos movimientos populares de calle que logran derrocar al tirano.
En otras ocasiones, la intervención directa de las Fuerzas Armadas han definido la situación.
En otros, como el caso de Pinochet, justamente fue un proceso eleccionario – el plebiscito – que el dictador pensaba ganar (con o sin trampa), el que resultó ser el mecanismo que llevó a su salida del poder.
Finalmente, a veces, se dan combinaciones de las vías señaladas.
Lo otro tiene que ver con los los “cómo” y los “cuándo”.
Por ejemplo, cuando la oposición organizada pide “elecciones”, no precisa con claridad a cuáles elecciones se refiere. Ni cuándo. Es el lenguaje ambiguo, típico de los políticos.
Se habla de las “elecciones que nos deben”, asumiendo que son las regionales (gobernadores). Y que deberían ser este año 2017, ya que están “atrasadas”.
Pero no precisan otra que “nos deben”, que no es regional, sino de rango Presidencial. Es la referida al Referéndum Revocatorio que nos fue robado a todos los venezolanos en el 2016. De haberse celebrado en su oportunidad, hoy Venezuela estaría presidida por alguien muy distinto a Maduro.
Es evidente que quienes estamos protestando queremos la salida de este régimen en el plazo más corto posible. Este mismo año 2017.
Las Elecciones Presidenciales están previstas, en circunstancias normales, para el año 2018. Sin embargo, lo que vive el país es excepcionalmente anormal y trágico. Ello obliga a que todos los mecanismos constitucionales, incluyendo los artículos 333 y 350, se activen y se adapten de tal manera que las mismas se celebren este año 2017.
Un posible escenario es que el régimen, en algún momento presionado por los acontecimientos, lance el ‘caramelito’ ofreciendo la celebración de las elecciones regionales.
En relación a esto, existe un peligro latente de que alguna parte de nuestra dirigencia política acepte la oferta e intente diferir el tema presidencial para el 2018… “esperemos hasta el 2018, que es cuando corresponde”…
Esto sería absolutamente inaceptable. Produce inmensa decepción pensar que algunos dirigentes políticos y opinadores pudieran inclinarse por una opción como esta, intentando desactivar la protesta masiva, vendiéndose por unas monedas.
Las manifestaciones de estos días contienen demandas populares que están muy claras en términos políticos. En resumen, se pide un cambio de gobierno ya.
Dirigente político u organización política que no sepa leerlas será sobrepasado por la gente. No hay lugar para equívocos. Ni para equivocados.
@BHorande