Y no es una Constituyente porque la Constitución Nacional no le otorga al Presidente la atribución de convocar, sino de tomar la iniciativa ya que finalmente quien decide si comienza o no un proceso como ese es el pueblo, mediante un referendo consultivo.
Ahí está el primer fraude de la Constituyente de Maduro, porque pretende reescribir la norma constitucional vigente y obviar la consulta al pueblo, para saber si está o no de acuerdo con esa iniciativa. Pretenden conculcar los derechos de los ciudadanos consagrados en los artículos 347 y 348.
Pero el fraude es mayor cuando quieren segmentar el proceso de elección de los constituyentes a través de un modelo de difícil aplicación que divide el universo total, para que una parte sea electa de forma sectorial y la otra mediante una distribución territorial.
Y cometen ese fraude contra la Constitución porque saben que no pueden ganar un referendo consultivo y mucho menos podrían obtener la mayoría en la hipotética ANC. La mayoría del pueblo los rechaza. El ciudadano los castigaría. Tratan de huir de una derrota segura y vergonzosa, a través de una burda maniobra ilegal e ilógica. Buscan diseñar una elección controlada por ellos.
La decisión de Maduro es una jugada desesperada que intenta postergar indefinidamente el derecho a elegir de los venezolanos. Quieren engavetar las elecciones regionales y municipales. Quieren secuestrar la elección presidencial de 2018. Quieren evitar lo inevitable: el cambio.
Con lo que no cuenta Maduro y su orquesta es con un pueblo que está en la calle. Con un pueblo que detectó y se decidió a combatir la maniobra. Con un pueblo que está definido a favor del cambio. Un pueblo que no quiere vivir en un sistema autoritario, comunista y sin libertades. El cambio ya es indetenible.
@PabloPerezOf