Son las 5:45 am en Caracas. Milagros es una vecina de la urbanización El Marqués. Todos los días se levanta a esa hora para comenzar su jornada. Hace dos días consiguió café gracias una compañera de trabajo; en el mercado se consigue de cuando en vez pero no a las horas que puede ella frecuentarlo. La cafetera entonces la despierta con un aroma optimista, catalizador.
Michi, como le llaman sus amigos, es Doctora. Trabaja en el hospital JM de los Ríos como Gastroenteróloga Pediatra. A ese centro de salud le ha dedicado 24 años de trabajo. A esa Institución le debe su post-grado, y el agradecimiento lo devuelve en trabajo. Todos los días, de Lunes a Viernes, atiende pacientes en este centro de salud, recibiendo un sueldo que si acaso puede traducirse hoy en 3 bolsas de mercado que duran una semana. ¿Que por qué no abandona el Hospital? “Por vocación, agradecimiento y sensibilidad social” – nos responde la galeno.
Confiesa que el sector hospitalario nunca ha sido lo que quisiera, incluso en sus años como estudiante previo al tan vendido Socialismo del Siglo XXI; pero se entristece al afirmar que HOY el sector hospitalario está en un abandononunca antes visto. No entiende a dónde han ido a parar las cifras de inversión que lee en reportes oficiales del Ministerio de Salud. No encuentra traducción real del precio del petróleo, esos ingresos recibidos por su país hace cinco o siete años, en mejoras a un servicio tan vital para la ciudadanía: La Salud.
A las 8:00 am en punto se presenta en consulta María Encarnación. Su bebé, nacido en la Concepción Palacios presenta, aparentemente, Atresia de Vías Biliares; ella ni idea del diagnóstico y de lo que significaba. Le toca a Michi informarle y recomendarle los exámenes a realizar para confirmar o descartar el diagnóstico. Luego de semanas la madre logra dar con los recursos para poder realizar los exámenes. Encarna se inventó la rifa de una nevera, la única que tenía, para poder costear los exámenes que lamentablemente resultarían en lo que no quería escuchar…
Su chamo nació con Cirrosis Hepática. La Solución, en su caso, en un trasplante. Para su caso, como para muchos que son recibidos en la unidad médica de la Doctora Milagros, existen medicamentos para prolongar la vida; medicamentos que en la Venezuela actual, esa que niega la salud de sus ciudadanos, no es posible conseguir. El ácido ursodesoxicólico es uno de tantos medicamentos que requieren con urgencia para prolongarles vida.
Pero la Doctora debe hablarles claro. La necesidad de un trasplante es vital. Sin saberlo Michi les llena de esperanza al invitarles a colocar el nombre de su bebé en una lista, interminable, dentro de una base de datos oficialista. Michi sabe que no hay manera, sin medicamentos, que mantengan el cuadro. No hay voluntad real de resolver tantas vidas en una lista. La Doctora Milagros se llena de impotencia, de dolor.
Pero Ella igual marcha y se RESISTE a esta atención médica a sus pacientes. Escriben cartas desde el departamento a la dirección del hospital. Muestra pancartas en donde pueda. Michi es otra ciudadana que merece apoyo. Milagros, sus pacientes, es otra historia por la que hay que resistir y solidarizarse.
@retosolidaridad