El fin de semana cumplimos 50 días en la calle, luchando por nuestra libertad y nuestros derechos. Más de seis semanas luchando contra la dictadura y la arbitrariedad de este gobierno hambriador y torturador, que solo quiere atornillarse en el poder.
¿Quién lo diría? pronto sobrepasaremos los dos meses en resistencia activa, una cifra fácil de decir pero que nos ha costado la vida de más de cinco decenas de venezolanos que lo único que pedían era un futuro mejor para todos, un país de oportunidades, una Venezuela en la que podamos progresar y vivir en paz.
Por ellos, por nuestros hijos y por nuestros nietos, seguimos luchando!
Por esos jóvenes guerreros que están en las calles dejando el pellejo para salir de este régimen que nos mata a quema ropa e intenta eliminar del camino a costa de inhabilitaciones, porque se sabe perdido y debilitado.
Un régimen que se niega a contarse y que apuesta a la violencia para pretender amilanarnos, sin saber que muy lejos de eso nos fortalece; muestra de ello nuestra persistencia en las calles; nuestra lucha diaria por la libertad; por hospitales con insumos y equipos médicos. Por escuelas en buen estado. Por jóvenes educados y felices.
Una lucha auténtica que se mantiene en pie, con la promesa y disposición de construir el país que merecemos y soñamos, donde la única preocupación de nuestros chamos sea ir a la escuela y dedicar las tardes a jugar.
¡50 días son solo el comienzo!
No descansaremos hasta alcanzar nuestro deseo. Una Venezuela de progreso para todos por igual; libre de la amenaza revolucionaria de una Constituyente que busca perpetuar en el poder el horror de un gobierno asesino e inhumano, hacienda uso descarado de los poderes públicos del Estado.
¡Seguimos!