La cúpula del gobierno niega sistemáticamente la estrategia que inicialmente levantó una oposición debilitada. Primero bloqueó la vía electoral. Luego desconoció y se apartó del marco democrático. A partir de las repudiadas sentencias del TSJ, que rompieron el hilo constitucional, tomó el camino de la violencia armada ilegal y actuó para acabar definitivamente con la Asamblea Nacional, los partidos, la democracia y la Constitución de 1999.
Maduro y la cada vez más aislada cúpula militar civil pretende atornillarse como poder perenne y total. A ella pertenecen las rectoras del CNE y los integrantes de la Sala Constitucional. A ninguno le importa el hambre, la pobreza, la destrucción de la economía o el agravamiento de las condiciones de vida. Piensan en sostener sus privilegios incluso a costa de asesinar a su propio pueblo.
Las luchas han mostrado, día tras día, masivas manifestaciones en todo el país. El vigor de la protesta surge de la anchura del descontento y del deseo colectivo de salir de las crisis inaguantables que padecemos. El objetivo de cambio es transversal: aunque su puntal ha sido la clase media y los jóvenes, lo conforman todas las edades, todas las condiciones sociales y no sólo opositores, sino chavistas que rechazan que Maduro se atribuya una convocatoria que según la Constitución y las visiones de Chávez es exclusiva del soberano.
En el mes de mayo se produjeron hechos notables: 1. Irrumpe un nuevo liderazgo, con decisiva participación de diputados salidos de las luchas universitarias, que se legitimó con el ejemplo en el asfalto caliente. 2. La confrontación oposición gobierno fue desplazada por un enfrentamiento entre el conjunto de la nación y un grupo reducido de golpistas que se niegan a salir democráticamente del poder.3. Al chavismo crítico, fuera del PSUV y del gobierno, se une una disidencia interna desde el Polo Patriótico y las instituciones públicas. La acentuación del malestar dentro del poder ha astillado su monolitismo: la Fiscal General es el símbolo más poderoso de una conducta que no admite desvincular el justicia social de Estado de derecho. 4. Se producen esfuerzos para generar un centro de dirección más amplio que la MUD, el cual tendrá que vencer dudas y ´prevenciones sobre una acción conjunta donde cada sector mantenga diferencias de segundo plano y autonomía. 5. Se ha generalizado la convicción de mantener la lucha y diversificarla en torno a la presión constante y la movilización de calle. 6. Maduro dinamitó el diálogo e intenta implicar a todo el PSUV y la FAN en delitos de los cuáles él y su círculo no pueden librarse. Quiere tapiar también cualquier negociación, imponiendo entre sus seguidores la idea de que el costo de salida es infinito para todos sus seguidores.6. La opinión mundial y los organismos internacionales rechazan su constituyente dictatorial y ya nadie compra la idea de un conflicto entre poderes o la de ofensivas de la derecha, que si existe está instalada en Miraflores.
Entramos en la fase final de la lucha por la Constitución, la justicia, la libertad y la paz. Un desafío que nos exige innovar y repensar las luchas. ¿Cuánto tardará y cómo será el desenlace es el dato imprevisible. El seguro es que necesario es triunfar. A la MUD le corresponde la iniciativa.
@garciasim