De las luchas estudiantiles guardo muchos recuerdos y conservo algunas amistades que me honran con sus actos, otras francamente me avergüenzan cuando traicionan sus propios ideales y utilizan el poder para mancillar a este noble pueblo. Lamentablemente, Nelson Moreno, hoy muy poca gente debe sentirse orgullosa de estrechar tus manos ensangrentadas.
En aquellos tiempos eras un muchacho de extracción humilde y al margen de lo que pueda cuestionársete de esa época, nada es comparable con la degradación y la miseria humana demostrada durante los últimos días.
En la UDO eramos muchos los que soñábamos con la “patria buena” pero ella nada tiene que ver con la barbarie que tu representas. En la “patria buena” la juventud no puede morir en las calles por defender la libertad y su propio futuro. Yo sigo soñando con un país donde los estudiantes no sean víctimas de la represión y los gobernantes no sean los esbirros.
Antes, cuando nos mataban a un compañero, nuestras consignas calificaban al mandatario de turno como “asesino de estudiantes”, así gritábamos al mundo una atrocidad que hoy palidece ante la aberración, la criminalidad desbordada y la indolencia de esta falsa revolución. En efecto, esas eran nuestras consignas cuando caía un estudiante pero hoy en Venezuela hay casi 60 muertos, la inmensa mayoría de ellos son jóvenes estudiantes. Ante esta tragedia que embarga a nuestro pueblo, el silencio es una vergüenza.
Hoy cuando en Anzoátegui lloramos la partida de Cesar Pereira, víctima de la represión salvaje de tu gobierno, asesinado por una metra disparada por tus huestes; te pregunto ¿Cómo haces para verte en el espejo? ¿Puedes ver a tu hijo a los ojos? ¿Que sentirá la familia de un hombre que debe cargar con la represión, tortura y muerte de nuestra juventud? Seguramente sienten pena por ti pues no imagino nada más vil que ser un asesino de estudiantes.
En nuestra infancia, usabamos las metras para jugar. Hoy tu gobierno las usa para asesinar a la juventud. Yo puedo recordar cuando le compré unas metras a mi sobrino para que se deleitará en su inocencia. Tu nunca podrás olvidar cuando las compran para quitarle la vida a un inocente estudiante, perforar el estómago de un niño y acribillar las ilusiones de nuestra juventud.
Eres un interino en el ejercicio del poder pero eternamente tendrás que cargar con los crímenes que se están cometiendo bajo tu mirada cómplice. Difícilmente puedas evitar que la gente te recuerde como Nelson “metra asesina” Moreno, el hombre que cegó la vida de Cesar Pereira y dejó una impronta de violencia sin precedente en nuestro Estado Anzoátegui.
¿Hasta donde llega tu compromiso con esta narco-dictadura corrupta? No tengo idea pero en todo caso, es mi deber como parlamentario y mi obligación como venezolano, exigirte una investigación a fondo, la destitución y el más severo castigo a los responsables de este abominable crimen. Formulo esta solicitud con la remota esperanza de que la dignidad pueda colarse en tus pensamientos y se produzca una reflexión de último momento. A todo evento, debo advertirte que el asesinato de Cesar Pereira no quedará impune. Ninguna muerte será en vano, todas nos embargan de dolor pero también nos dan valor para continuar nuestra lucha. No es venganza, es justicia lo que aspiramos y nos mantendremos en las calles hasta lograrla. Seguiremos con nuestra protesta pacífica hasta lograr un futuro de libertad y progreso para todos. En fin, hasta hacer realidad aquel sueño de la “patria buena” que tu has traicionado.
Dios bendiga a Venezuela y la libre de quienes la han desangrado…
Diputado José Brito Rodríguez