Una joven embarazada salió desde su residencia en La Chapa de Pampanito hacia la ciudad de Trujillo, tenía fuertes contracciones y esperaba ser atendida en el Hospital del Seguro Social, reseña Diario Los Andes.
Su comadre la acompañaba, llevaban un bolso con ropa preparada para la bebé, pero los médicos que la recibieron le dijeron que aún no había dilatado suficiente para dar a luz y podía regresar a casa.
De regreso a casa, a pocos metros del centro de salud, la mujer se detuvo, no soportaba el dolor, entró a una tienda y se sentó, rompió fuente, estaba sudando y no podía caminar más.
Entonces las vendedoras se acercaron para ayudarla, llamaron a un médico conocido del hospital quien al llegar atendió el parto sin instrumentos, en una banca de madera confinada a clientes que aguardan para medirse algún calzado.