Hasta la fecha, más de 10 motores han sido dañados producto de el derrame petrolero suscitado en Trinidad y Tobago y cuyos restos ha llegado hasta la Isla de Margarita en Nueva Esparta.
Luis Marín es uno de esos pescadores de Playa Moreno, en la localidad de Pampatar, quien fue víctima del derrame. Su motor, que es uno de los instrumentos de trabajo, se dañó porque sin darse cuenta, pasó sobre una de las trazas de petróleo que llegó a costas insulares desde Trinidad.
Marín suma la lista de los pescadores que han tenido que invertir más de 5 millones de bolívares para poder reparar el motor, que nuevo cuesta entre 15 y 20 millones.
“Me había quedado varado en el mar. Si no es por algunos pescadores que también estaban ahí, no logro llegar a la orilla. Por esto, el petróleo se metió por todo el motor y había que desarmarlo. Ahí está. Ya he pagado un millón y medio y tengo que bajarme con otros más a ver si el motor me sirve”, cuenta.
José Manuel Marcano, otro de los pescadores, también resalta que esta es la primera vez que sucede este tipo de cosas en alta mar de la región insular del país. Asegura que desde hace más de 15 años, desde que es pescador, no había vivido algo así. “Habíamos vivido hace como tres años cuando una capa de algo parecido a gasoil, se había esparcido pero no así como esto del petróleo. Deja varados a la gente y nos echa a perder los motores”, expresó Marcano, esto por supuesto, le trae más pérdidas que ganancia a los pescadores.
La delincuencia es otro de los grandes problemas por los que atraviesan los pescadores de Playa Moreno. Es que van ya 200 motores robados, de los que sólo 2 han sido rescatados, por acciones de los mismos pescadores.
Los propios pescadores aseguran que han sido más de 200 motores que se han robado, donde los piratas los han despojado en altamar, de los motores que cada uno cuesta entre 10 y 20 millones de bolívares. “Lo que cuesta invertir para ir a faenar no se logra de un día para otro y comprar un motor nuevo, si nos roban. Nadie dice nada. Uno pone la denuncia y de esos 200 casi, sólo hemos recuperado dos y entre nosotros mismos porque uno lo consiguieron en San Juan de las Galdonas en Sucre y otro, lo lanzaron en una playa, por aquí cerca por cierto”; dijeron.
El Instituto Autónomo de Pesca, Inapesca, adscrito a la Gobernación de Nueva Esparta, según los propios pescadores, no les dan respuesta ante las solicitudes de crédito para poder reponer los motores que les han robado. “Ni la Guardia Nacional, ni los Guardacostas han dicho nada cuando se roban un motor. Toman la denuncia y hasta ahí llega”, dijo.
Nota de prensa