El diputado a la Asamblea Nacional y Presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales del Parlamento del MERCOSUR , Williams Dávila (Unidad-Mérida), participó en la sesión de la Comisión de Ciudadanía y Derechos Humanos del Parlasur que llegó a Venezuela, donde presentó un balance sobre lo que denominó como la “escalada final del terrorismo de Estado”.
Nota de prensa
En ese sentido, Dávila alertó a los parlamentarios del Parlamento del MERCOSUR, las recientes actuaciones de Nicolás Maduro ya no sólo ponen en riesgo la estabilidad de los países que integran el Mercado Común del Sur, sino que ya es un peligro para los millones de argentinos, uruguayos, brasileños, paraguayos y hasta bolivianos, “porque en su afán de poder sin control, busca el desprecio de mecanismos como los tratados de Ouro Preto, Ushuaia, Asunción y hasta el protocolo de Olivos, y lo ha dejado ver así cuando poco le importa las leyes internacionales y viola los derechos humanos de los venezolanos, los civiles de aquellos que discrepan de él y las prerrogativas parlamentarias”.
En el mismo orden de ideas, recordó que desde hace 69 días de resistencia pacífica que el pueblo venezolano decisión emprender para evitar la escalada final de gobierno, denunció que han “hecho terrorismo de Estado, atacando a traves de los órganos castrense y paramilitares, que son civiles armados, que están atacando al pueblo venezolano que hasta ayer sumó la lamentable pérdida de 67 caídos durante las manifestaciones, y esto debe saberlo el mundo”.
En torno al saldo de agresiones, Williams Dávila recordó que los parlamentarios venezolanos han sido embestidos de forma “brutal”, como Juan Requesens, Carlos Paparoni, José Manuel Olivares, Delsa Solórzano, Henry Ramos, José Brito, Miguel Pizarro, así como concejales de distintos municipios de todo el país.
Asimismo, también le informó a la Comisión de Ciudadanía y DDHH del Parlasur las agresiones desmedidas que han sufrido los medios de comunicación “nuestros periodistas y los corresponsales internacionales extranjeros no solo han sido perseguidos y golpeados, por funcionarios de la Guardia Nacional y Policía Nacional, sino que han sido robados y amenazados por estos mismos efectivos que en vez de encargarse de la seguridad de la Nación, se comportan como delincuentes”.