Existe una idea según la cual, quizá asociada a su falta de transparencia y a su visión como astucia y engaño, la política no es lo que parece. Pero, estos duros días de crisis nos demuestran lo contrario. Se ha hecho evidente la pérdida absoluta de la capacidad de la cúpula gobernante, no sólo para expresar el interés del país, sino que el grupito atornillado en Miraflores se ha convertido en un cuerpo extraño al pueblo que le dio origen y contrario a la Constitución, fuera de la cual juró no actuar nunca.
La caótica respuesta de quienes se resisten a abandonar el disfrute de privilegios y negociados ilegales parece y es el principal obstáculo que tiene que superar, desplazar o derrotar el conjunto de la nación que aspira rescatar el primero de todos los derechos, el de una existencia digna. La cúpula de Maduro es la principal fuerza conservadora.
En la calle está el retrato de la crisis política actual: 1. Maduro se apoya en una criminal represión desatada por policías, guardias y colectivos paramilitares; pero perdió su mayoría en el pueblo. 2. La cúpula oficialista desechó definitivamente la realización de elecciones libres de cualquier tipo. 3. El presidente configura una dictadura. Las bases comiciales son un fraude electoral ex ante, para lograr su control totalitario del poder: sin partidos políticos, persiguiendo opositores y disidentes, eliminando el sufragio universal, introduciendo la elección censitaria y de segundo grado. 4. Existe una inestabilidad sin fondo, el gobierno no tiene soluciones y su permanencia agrava las crisis en la economía y en la degradación de la situación social de todos. Ya Maduro rebasa su nivel de incompetencia y el pueblo su nivel de aguante.
La convocatoria de la ANC constituye la destrucción de dos principios fundamentales del proceso promovido por Chávez: a) la titularidad y el ejercicio de la soberanía pasa del pueblo a Maduro, quien lo sustituye apoyado en el TSJ, el CNE y el alto Mando de las FANB. b) la democracia participativa que retorna a una democracia representativa diseñada para constitucionalizar la prolongación de una federación de mafias en el poder.
La actitud de la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, es el símbolo del rechazo que en el interior de los seguidores del proceso, en el partido y en los órganos del Estado se está acumulando contra las políticas de Maduro. Muestra las reservas de conciencia de país y decencia existentes en el campo oficialista.
Hay que apoyar su llamamiento para anular el fraude. Sumar propuestas para promover la vigencia de la Constitución Nacional de 1999 como pacto social para garantizar la convivencia y los derechos de todos los venezolanos, al margen del proyecto político que defiendan.
Es el momento de concentrarse en evitar, por medios democráticos y pacíficos, la continuación del golpe de estado. Tenemos menos de cincuenta días para lograrlo. En la calle y con una amplia alianza.
@garciasim