El inexplicable cambio ideológico del abogado constitucionalista, Hernann Escarrá, es tan extremo que a veces es difícil pensar que se trate de la misma persona que en 1998 defendía la importancia del referendo consultivo para acompañar la Constituyente que promulgó Chávez en 1998.
En aquel entonces, Escarrá sostenía que el proceso para reescribir la Carta Magna estaría sometido a la lógica del Derecho Natural y del Derecho Internacional, sin contrariar, por ejemplo, ningún principio de los derechos fundamentales.
Hoy en día predica, sin que hayan cambiado las ciencias jurídicas venezolanas, que la Asamblea Nacional Constituyente de Nicolás Maduro no persigue la creación de una nueva Constitución, sino la reorganización del Estado y la adición de programas sociales logrados en revolución, y por esta simple y llana razón, no considera necesario criticar las bases comiciales que ha establecido el Ejecutivo para su ejecución.
Eso sí, lo explica todo con ese sosiego y aire flemático que lo caracteriza, para no ofender a ese detractor que el día de mañana pueda ser su compañero de causa.
¿Cuánto vale valió el SHOW?
