Eduardo Semtei: Carta de una fiscal a un tribunal

Eduardo Semtei: Carta de una fiscal a un tribunal

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CUANDO ME SABÍA TODAS LAS RESPUESTAS ME CAMBIARON LAS PREGUNTAS





Cumplir la ley no es asunto fácil en Venezuela. Los artículos de la Constitución más perfecta del mundo son como de goma. Elásticos. Diosdado la estira para un lado y Jorge para el otro. Algunas damas  muy encopetadas la usan para reemplazar las gomas de sus  sostenes y enaguas.  Cada día hay más enchufadas. El famoso tribunal  de marras la convirtió en boligoma. (Para los iletrados; boligoma fue un producto de juego infantil, de forma esférica, que rebotaba para donde le daba la gana. Una pelota loca parecida al comportamiento de Hermánn Escarrá, que salta y saltimbanquea de allá para acá y de acá para allá. En los Estados Unidos lo llamaban Silly Putty, no a Escarrá, me refiero al boligoma. Vaya usted a saber por qué. Entendemos lo de Silly pero lo de Putty…) Por cierto, hablando de Escarrá, el hombre ha hecho una fortuna tanto posando para Botero como litigando asuntos casacionales, si se puede usar tal termino. Pues resulta que como les digo una cosa les digo otra,  que por allá, a finales del 2015, Diosdado comandando el Grupete de los Avispados eligió a medio mundo como magistrados del Tribunalote. Del de arribota. Y lo hizo de manera exprés.  Uno dos y tres el pato más chévere, el pato más chévere, como si se tratase de una canción. Y eso que se le dijo que no hay cama para tanta gente. Lo hizo violando con sumo placer y éxtasis uno que otro artículo, de esos fastidiosos de la Constitución más mejor del mundo.  En aquella época, once upon a time, invitaron a la Catira del Ministerio Público a firmar el Acta de Legalización del Entuerto Exprés Jurídico-Sexual (no les voy a contar nada sobre mis razones para bautizarlo de tal manera) La Catira puso los cinco dedos de la mano derecha totalmente extendidos. Encogió seguidamente el pulgar, el índice, el anular y el meñique dejando estiradito el dedo medio para luego apuntar con tal dedo, como si fuera una arma letal, al Contralor Bobolongo y al Defensor Musculito, exclamando a viva voz ¡Míquiti! que yo voy a firmar esa vaina.  Y la fulana Acta corrieron a esconderla en las mazmorras del Poder Ejecutivo. Justo debajo de lo que llaman en el  SEBIN “La Tumba”. Esa  Acta desgraciada, puño y letra bien mamada, que ella no firmó permaneció secreta un buen tiempo. Sus colaboradores, me refiero a los de la Catira, en una arriesgada maniobra,  propia del más puro espionaje de la KGB y la CIA lograron extraer de la Oficina de Musculito la original del Acta  que pronto sería conocida por las masas venezolanas. ¡Que pena con el vecino! La Catira se lo tenía escondido. Un verdadero misil al centro del poder corrupto. Sorpresa y sorpresa. Prontamente el Terror de las Cantinas Militares, el diputado Carroña acusola de insania y leyó frente al público sediento de la verdad los 3 artículos, los 3 artículos, los 3 artículos, donde se demostraba lo que se demostraba. Fue una exhibición de sabiduría. Era el oráculo en persona. El mismísimo Salomón reencarnado en Carroña Vuitón.  Pero volviendo a la Catira y su escopeta de 12 tiros. Inició una serie de demandas contra la constituyente y el nombramiento de los “Rapiditos” por ante el tribunal de los mayores, cuyos libelos tardaban entre 24 y 36 horas en su redacción y eran rebotados en materia de minutos, por la Sala Plena, la Sala Constitucional, la Sala Electoral y la Sala de Fiesta etc.  con los argumentos más disparatados, excéntricos y esotéricos.  Veamos algunos de ellos,  utilizados  para rechazar las solicitudes de la Catira. “Es una inepta acumulación de pretensiones” Nunca supimos si la ofensa era contra la Catira o contra la demanda. “Está pidiendo muchas cosas”  “Esa materia es cosa juzgada” “Eso ya lo dijimos el año pasado” “Interpreta mi silencio” “Si sigue en esa pedidera va presa” ¡Ay Señor! pero la Catira le sobran los guáramos y les espitó “El día que se repartió la cobardía yo no aparecí” Le cortaron la luz a su oficina. Le retiraron el teléfono interministerial. Le retiraron el avión que tenía asignado. Los carros blindados. La amenazan. La acosan. La ofenden. Todo ello sucede en La Tierra de la Fantasía pues al unísono de esta sampablera el presidente, emulando a Nerón en su amada Roma, mientras arde la  patria en protestas y en manifestaciones, no se cansa de cantar y bailar. ¿Carroña; será esto insania?  Las 4 Comadres Electorales por su parte, que sufren  un extraño proceso de envejecimiento y encogimiento premaduro, digo prematuro,  y postmaduro, le disputan al tribunal superior el dudoso título del Reinado de la Lisonjería y la Rampante Complacencia Oficial. Las   Comadres edulcoraron una pastilla de cianuro ofreciendo elecciones de gobernadores cuando se sabe que la llamada Constituyente será un rebaño de  verdugos cuyas primeras medidas ya fueron anunciadas por Trucutú y su Mazo; Destitución de la Fiscal y eliminación de la inmunidad a los diputados de la Asamblea Nacional y donde el carácter histórico y democrático de las gobernaciones será sacrificado en el Altar del Odio.  Esto todo está en desarrollo. Siempre hay salidas pacíficas y democráticas, pero recordemos que aquellos  polvos  traen esos lodos. Estoy seguro que la  Catira no cesará en su empeño de adecentar la política venezolana y si hasta ayercito no se había plantado de frente  a los corruptos hoy si lo está haciendo ¡Y de que manera! Ahora bien, los magistrados exprés y las 4 urracas parlanchinas  seguirán hundiéndose en el pantano de la historia y fabricando su torcido camino, empedrándolo con violaciones flagrantes a la constitución,  que a lo largo de 2000 años siempre ha terminado mal. Si yo fuera uno de ellos andaría chorreado de cara al futuro. Como repetimos siempre; calle y negociación. Que bueno sería que se constituyera un grupo parecido al de Contadora. Países amigos de Venezuela. No amigos de la MUD y tampoco del PSUV. Un grupo  por la paz, la democracia y la constitución.  Cuando son la bayonetas las que imponen un referéndum o una constituyente muere  temporalmente la democracia.

@eduardo_semtei