Dice así: “El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos”. Este articulo fue colocado en la Constitución de 1999 con el fin de justificar a posteriori el Golpe de Estado intentado siete años antes por Chávez. Pero lejos de convertirse en su reivindicación histórica, esta norma se devuelve contra sus redactores para desconocer su tiranía.
Se trata de un derecho natural de los pueblos, el de la rebelión, que no necesita estar escrito para tener vigencia. En este caso lo está, convirtiéndose a su vez en un deber. De cualquier manera señala el camino ante el escenario actual de un Gobierno deslegitimado que manda al margen de la constitución desconociendo la soberanía popular, violando derechos humanos y que ahora pretende disolver el Estado convocando sin el debido referéndum y sin elecciones universales una supuesta constituyente con poderes ilimitados y por tiempo indefinido.
El caso es que ahora nos toca desconocer la convocatoria fraudulenta de ese proceso constituyente y de todo lo que resulte de ella. Ese fue el llamado de la MUD en un acto nutrido con los liderazgos más relevantes de la oposición en el que Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional, leyó un comunicado convocando al país a mantenerse en las calles hasta restituir el orden constitucional y la democracia. Pero ya no se trata solo de protestas agendadas e intermitentes sino de un estado permanente de desconocimiento de la dictadura en todos sus órdenes, apuntando a una huelga general e irreversible de ser necesario. La activación del 350 es un proceso que ya cuenta con un camino andado y antecedentes concretos, pero que requiere una escalada de cara a la amenaza constituyente. Su invocación de parte de la MUD en pleno y su inminente aprobación en el seno de la Asamblea Nacional cobran una gran relevancia en esta etapa. Es la lucha del pueblo contra un dictador, es la restitución del voto como derecho fundamental para que la mayoría decida.
Contamos con el apoyo de la Asamblea Nacional, la Fiscalía General, la Constitución, la Comunidad Internacional y el 90% del pueblo venezolano. No dejemos que una cúpula malandra desmonte definitivamente el Estado. El 350 es resistir hasta vencer, es desconocer a un régimen dictatorial, es rebelarse contra el poder ilegítimo, es seguir protestando sin rendirse. ¿Hasta cuando? Hasta que rescatemos la libertad y la democracia. Es un estado de ánimo, un compromiso ciudadano, un tema de convicción y determinación, sin plazos ni fechas de vencimientos. Mantengamosno unidos en este etapa crucial.
JOSÉ IGNACIO GUÉDEZ
Secretario General de La Causa R
Secretario de la Asamblea Nacional
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