Vicepresidencia de la Comisión de Defensa de la AN insta al Ejército a defender la Constitución (Comunicado)

Vicepresidencia de la Comisión de Defensa de la AN insta al Ejército a defender la Constitución (Comunicado)

Vicepresidencia de la Comisión de Defensa de la AN insta al Ejército a defender la Constitución. Foto: AVN
Vicepresidencia de la Comisión de Defensa de la AN insta al Ejército a defender la Constitución. Foto: AVN

 

Este sábado, el Vicepresidente de la Comisión de Defensa y Seguridad de la Asamblea Nacional, diputado Armando Armas emitió un comunicado a propósito de la conmemoración del Día del Ejército Nacional para instar a este cuerpo a defender la Constitución.

“Bendito sea el soldado que ponga su alma a la causa de la Democracia”, fueron algunas de sus palabras.





A continuación lea el texto completo:

COMUNICADO

Hoy cuando se conmemora el Día del Ejército Libertador y los 196 años de la Batalla de Carabobo, campaña militar comandada por el Libertador Simón Bolívar y donde una tropa apoyada por la fuerza del pueblo, logró alzar su voz y sus armas con honor y valentía para asegurar el camino hacia la Independencia, los venezolanos observamos con horror el incumplimiento del alto mando y toda la jerarquía de la Fuerza Armada Nacional del mandato que los obliga a defender la Constitución.

Casi dos siglos después, nuestra libertad está nuevamente en riesgo. Los venezolanos han decidido alzar su voz y salir a la calle para luchar contra la tiranía, esta vez armados de moral, razón y justicia; vestidos de franelas y con escudos de cartón, pero alentados por el coraje y el mismo espíritu libertario de ese 24 de junio de 1821.

Hombres, mujeres y niños que queremos vivir en un país con Democracia y Dignidad, estamos librando la más desigual y cruel de las batallas, frente a un régimen opresor y desalmado, que no se conforma con matar al pueblo de hambre y miseria, sino que también lo aniquila y lo fusila, mancillando el honor de la institucionalidad militar, que en su mayoría está conformada por verdaderos patriotas.

A esa reserva moral le pedimos que se ponga del lado del pueblo y de la ley. El artículo 328 de la Constitución Nacional contempla los valores de esta institución baluarte de la nación. El Ejército y toda la Fuerza Armada Nacional deben ser pilares fundamentales del Estado venezolano, conformado a su vez por: territorio, población y gobierno bajo un marco jurídico.

A la luz de la defensa de nuestra soberanía, nos encontramos con un territorio desguarnecido. Nuestras fronteras marítimas, terrestres y aéreas son recurrentemente vulneradas por elementos del terrorismo internacional y el crimen organizado. El contrabando de combustible, minerales y la trata de personas ha encontrado su paso y consolidación por esta extensa franja limítrofe. Como lo señala el himno del Ejército: “si sublime es el triunfo en la guerra, deben preservar la gloria y la paz”. ¿Pero cómo puede haber gloria y paz cuando la mayoría de la población venezolana está desasistida, en franca desnutrición, carente de servicios mínimos de salud, vivienda, trabajo digno y esperanza?. Una población triste, frustrada, llena de dolor y rabia por la estafa histórica que representó la mal llamada “Revolución Bolivariana” que también lleva el mote de “socialista”.

Y quizás lo más reprochable de todo, es que en Venezuela no existe gobierno. No hay respeto a la ley, muy a pesar de que alrededor de 40% de los altos cargos reposa en funcionarios militares, pues la ineficiencia en la administración de los recursos públicos y la falta de interés por resolver los problemas de los ciudadanos, les ha hecho merecedores de más de 90% de rechazo.

Vemos con profunda preocupación, que ese Ejército, cuya esencia fue la gesta heroica que logró la liberación de cinco naciones, hoy se ha reducido a una organización desmembrada, que no cumple con ninguno de sus objetivos fundamentales y que más bien ha sido usado como una incubadora de corrupción por quienes han desangrado al país en estos 18 años. Sin embargo, estamos convencidos de que más temprano que tarde, en los arboles de una nueva República democrática, le devolveremos el brillo, el respeto y el profesionalismo perdido al Ejército forjador de libertades.

Esa tropa, líder de la Fuerza Armada, debe tener el honor como estandarte, ser garante del cumplimiento de la Constitución y la Ley, tener como norte la defensa de nuestra soberanía, por ello su primera misión deberá ser expulsar al invasor cubano y proteger nuestras fronteras y la defensa de la integridad del territorio Esequibo. También tendrá la noble labor de rescatar el valor del honor al mérito y la gallardía de estar dispuestos a dar su vida para defender al pueblo. Nuestro Ejército debe estar como siempre lo estuvo, bajo la subordinación al poder civil emanado de la soberanía popular del voto de millones de venezolanos, que el 6 de diciembre de 2015 decidieron un cambio de modelo social, económico y político para sacar a ese pequeño grupo de delincuentes y corruptos que pretende seguir a sangre y fuego, enquistado en el poder.

Ante la grave crisis en la que estamos inmersos todos los venezolanos y en aras de evitar el desencadenamiento de situaciones que nadie quisiera por el bien del país, desde la Comisión de Defensa y Seguridad de la Asamblea Nacional hacemos un exhorto a todos los hombres y mujeres de uniforme para que se pongan del lado correcto de la historia. Hoy más que nunca es pertinente recordar las palabras de nuestro Libertador: “Maldito el Soldado que Vuelva las Armas de la República contra su Pueblo”.

VIVA EL BRAVO EJÉRCITO DE FRANELA!. ABAJO A LA DESHONRA DE LA FAN! No más sumisión al gobierno de La Habana, a las bolsas de comida, al narcotráfico y a la represión de los civiles que quieren vivir en paz.

A ustedes, los que están ahí adentro y quieren venirse del lado de la mayoría de los venezolanos, les decimos: “Bendito sea el soldado que ponga su alma a la causa de la Democracia y que como pueblo que somos, unidos, rescatemos a Venezuela.

Diputado Armando Armas
Vicepresidente de la Comisión de Defensa y Seguridad de la Asamblea Nacional

Barcelona, 24 de junio de 2017