Vladimir Villegas dice que la solución de los problemas que tiene el país está en la Constitución, en entrevista publicada hoy en El Tiempo.
Por: María del Mar Quintana C. / 02 de julio 2017
“En Venezuela el chavismo es una fuerza que, a pesar de ser una minoría, sigue teniendo factores de poder humano como las fuerzas militares que lo mantienen”, dice a EL TIEMPO Vladimir Villegas, periodista, ex vice canciller y exconstituyente venezolano. Para él, la imposición por parte del Gobierno de una asamblea constituyente que da “clara espalda” a la Carta Magna es, desde el punto de vista de lo que ha sido la visión del propio líder del chavismo, Hugo Chávez, “una contradicción inocultable”.
Venezuela cumplió tres meses de protestas en la calle. ¿Por qué no ha cedido el régimen?
Las protestas forman parte de un proceso social que se vive en Venezuela, y quienes creen que las cosas se dan por la vía del fast track pueden estar equivocados y caer en la desesperación. Los procesos políticos son bastante complejos.
Además, en Venezuela el chavismo es una fuerza que, a pesar de ser una minoría, sigue teniendo factores de poderes humanos, como las Fuerzas Armadas, buena parte de las gobernaciones del país –20 de 23–, el TSJ (Tribunal Supremo de Justicia) y la absoluta mayoría de las alcaldías. Es decir, desde el punto de vista de las estructuras y de factores de poder, el chavismo tiene con qué mantenerse, y eso pesa mucho.
¿Cómo se explica que el Gobierno siga respondiendo con represión en lugar de buscar otras vías?
El Gobierno sigue respondiendo de la misma manera porque no tiene otra forma de actuar ante el descontento. En lugar de optar por la rectificación, ha optado por la terquedad, la represión y la imposición de propuestas como la constituyente por la vía de ignorar el deseo de la absoluta mayoría de los venezolanos. Entonces, eso lleva a confrontaciones y a situaciones de violencia.
A su vez, el Gobierno juega con la violencia para evitar las manifestaciones masivas, porque con eso evita que se exprese el descontento de la gente.
Por otro lado, también da pie para que se justifique la represión. Por ello considero que es una autotrampa que a veces se ponen los sectores que están protestando cuando incurren en actos violentos. Además, es un error no hablar claro, y en eso cuestiono que el liderazgo opositor no lo ha sido, sobre todo en la condena y en un deslinde con la violencia.
¿Tampoco han sido claros frente a las declaraciones de Maduro como la de esta semana, en la que advirtió que respondería con más represión?
Creo que en este caso sí ha habido ciertos opositores y miembros de la sociedad civil que han reclamado el discurso antidemocrático del presidente.
Pero es que él no solo ha dicho eso, también dijo que si llegara a perder el poder por la vía electoral, pues optaría por la vía de las armas.
Una democracia que se precie tiene que respetar la regla máxima de ella, que es que cuando la minoría pierde, pues se asume la voluntad del pueblo y no se burla de ella. En este caso, Maduro está legitimando el camino a quienes hoy promueven salidas no constitucionales, cuando la solución de los problemas que tiene Venezuela está precisamente en la Constitución.
Estamos a menos de un mes de la constituyente: ¿la situación va a empeorar a medida que se acerque la fecha?
Estoy convencido de que, lamentablemente, vamos en un empeoramiento de la situación de confrontación, de represión y de conflicto político en Venezuela. Y todo por imponer una constituyente de espaldas a la Carta Magna y a lo que es la voluntad popular.
No se está respetando el derecho del ciudadano a decidir si quiere o no una constituyente y cómo la quiere. Y eso es esencial en una democracia participativa y protagónica como la que tenemos, que se consulte al pueblo.
Yo mismo soy firmante de la Carta Magna, fui constituyente en 1999, y precisamente llegamos a esa constituyente porque se le preguntó al pueblo si la quería.
Entonces no puede ser que ahora, después de que tenemos ese proceso ya constitucionalizado y tenemos los pasos para generar la convocatoria a una constituyente, vayamos a un retroceso donde el poder constituido se convierte en suprapoder frente al poder constituyente, que somos todos los ciudadanos.
Esto es una contradicción en sí misma. Desde el punto de vista de lo que ha sido la visión del propio líder del chavismo, Hugo Chávez, hay una contradicción inocultable.
¿Qué le depara a la fiscal Luisa Ortega?
Le deparan situaciones agridulces. Por un lado, sufrir el embate de quienes están en el poder y han visto que ella ha cometido actos de supuesta traición, pero son actos, desde mi punto de vista, de soberanía en cuanto al ejercicio de las funciones para las cuales ha sido designada como Fiscal General.
Sin embargo, también le puede deparar el reconocimiento de sectores de la sociedad que hasta no más ayer tenían diferencias y rechazo a su desempeño como fiscal. O se asume la comodidad de plegarse, pese a saber que se está violando la Constitución, o se asume la decisión valiente y arriesgada de tomar un punto de vista que puede generar costos.
MARÍA DEL MAR QUINTANA C.
Redacción Internacional
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