Padrino López, responsable por el desfile del 5 de julio, y quien lo comandó un General activista armado del imaginario político real, chavista y antiimperialista que abofeteó los más elementales conceptos doctrinarios del y lo militar, terminaron de enterrar lo poco o nada del militar en Venezuela. Padrino López y el activista del PSUV Marval de rodillas ante Nicolás Maduro son la caricatura más vergonzosa de unos supuestos Generales llenos de condecoraciones, vergüenza del momento político-militar revolucionario con el cual Chávez impuso la relación de dominio-sumisión de los hombres armados de Venezuela al socialismo del siglo XXI. En consecuencia, Padrino López y su animador de turno responderán por la exhibición de material de guerra chino y no por un desfile militar que se entiende como una operación castrense.
Padrino López y Marval más Maduro se ocuparon de ser la nota vergonzosa y la expresión extrema de la regresión de la que alguna vez fueron unas Fuerzas Armadas en la cual los componentes de aire, mar y tierra acompañada de la Guardia Nacional mostraban a los repúblicos la masa de combatientes, el instrumental de guerra con el cual se adiestran, la gallardía propia del militar, la disciplina, y sobretodo el carácter de una organización al servicio del Estado estricto cumplimiento a la Constitución. Lo del 5 de julio, con el trío Padrino López, Nicolás Maduro y Marval fue una vulgar exhibición del instrumental de guerra chino.
Padrino López tiene que rendirle cuenta más temprano que tarde a la historia política y militar de Venezuela por su insensatez e irresponsabilidad en la administración del supuesto recurso de hombres, instrumental de guerra y doctrina del Estado venezolano. El instrumental de guerra por su peligrosidad y seriedad no existe para montar show, No, el instrumental de guerra sólo sirve para su operatividad y, en consecuencia, para dejar claro en forma inteligible la capacidad de respuesta del Estado venezolano ante las posibles amenazas. Ello es tan cierto que los agregados militares en función y en su responsabilidad geopolítica se encargan de elaborar un informe de lo que se llama el pie de guerra, la capacidad operativa y la capacidad de respuesta conjunta de Venezuela como Estado.
Padrino López y Marval son en definitiva el hazmerreir del 5 de julio violento que vivió la República en su sistema político, pero son también la expresión más clara de la regresión político-militar que afecta a Venezuela como consecuencia de su desvió al admitir, cumplir funciones para el PSUV subordinándose a Nicolás Maduro y no tener vergüenza para mostrarse ante la sociedad de la cual devienen y a la cual regresan y que demandan sus responsabilidades a lo interno del hoy cuerpo armado. Padrino López y Marval le sirvieron a Nicolás Maduro para que, además, mostrara la tesis absurda y sin fundamento de la integración de la unión cívico militar, concepto populista, irresponsable y primitivo como consecuencia de que desconocen el contenido de la ecuación C4ISR.
Padrino López, Marval y el cuerpo de Generales saben que la parte una operación de desfile militar no puede ser hecha mediante un discurso atorrante, ideologizado, al servicio de una causa política y mucho menos un parte militar puede servir para que sobre su contenido el político de turno -en este caso Nicolás Maduro- se halla anclado para elaborar un respuesta mientras se había planificado y se ejecutaba el asalto al Palacio Federal Legislativo. Es indiscutible que el desfile del 5 de julio, responsabilidad de Padrino López, el cuerpo de Generales y Almirantes del cuerpo armado como partido político formó parte de una maniobra vulgar y rupestre, mientras los vándalos y criminales armados por el gobierno asaltaban la sede del palacio legislativo igual como ocurrió en Venezuela del 24 de enero de 1848.
Padrino López, todavía después del 5 de julio no ha podido internalizar la decisión de más del 85 % de los venezolanos demócratas dispuestos en pleno ejercicio de su derecho y, mediante la resistencia cívica, a contener la barbarie del socialismo a juro. Posiblemente por ello empleó la exhibición del instrumental de guerra chino, para que sirviera de espacio de distracción en vez, de ser un real desfile militar. Quizás la historia retrate el extremo del cinismo de los responsables del 5 de julio mostrando la hazaña, la cobardía pero sobretodo la entrega perversa y maliciosa de un cuerpo de Generales y Almirantes que olvidaron su juramento en el momento que recibieron el sable de oficiales.
Padrino López, Marval, Maduro, y el cuerpo de Generales que el 5 de julio se restearon para mediante el anuncio de un desfile militar -montar un mitin político en una exhibición de material militar chino- tienen que comprender que ya han sido catalogados por la venezolanidad, por los embajadores y agregados militares, ante la treta del 5 de julio. Padrino López y el cuerpo de Generales tienen que estar en cuenta que la exhibición del 5 de julio no engañó a nadie, que los venezolanos saben que no hubo desfile, que no se presentaron los efectivos del Ejército, de la Aviación y de la Infantería Marina además de las tropas de Cazadores y Paracaidistas, lo cual habla de una grave deserción del personal de tropa, de un grave falta de adiestramiento de las supuestas Unidades, de falta de disciplina y la falta de espíritu militar, elementos esenciales en la constitución de lo que se entiende por ejercito de aire, mar y tierra.
Es original,
Dr. José Machillanda
@JMachillandaP
Director de CEPPRO
Caracas, 07 /07/2017