El mensaje de los candidatos a la Constituyente y los mismos mensajeros son impresentables. Están engañando o engañados pensando que una nueva Constitución va a resolver los problemas económicos, la hiperinflación, la escasez de productos básicos y otros temas como la inseguridad, la crisis hospitalaria y de los servicios públicos entre muchos. Sí piensan que desde la Constituyente van a acordar medidas estas serán para hacer un país todavía más inviable, botarate y clientelar. Ya los griegos habían alertado sobre los peligros de la demagogia y la oclocracia.
Por Oscar Arnal / @OscarArnal
El sr. Maduro ha prorrogado por octava vez el estado de excepción que le da plenos poderes para dictar medidas extraordinarias, sin embargo cada vez la situación se agrava más conduciendo el país al llegadero. Especialistas financieros apuestan “fuerte contra locha” que vamos rumbo a una cesación de pagos o default.
De igual manera, la crisis política se profundiza. El éxito de la convocatoria al referéndum, y que el gobierno se haya negado a consultar al pueblo, lo deja sin argumentos. Sobretodo cuando está claro que la Constituyente no tiene ningún sentido para el bien común, sino lo que buscará es imponer un modelo autoritario, centralista, de corte marxista, que les permita perpetuarse en el poder, evitando nuevas elecciones universales, directas y secretas. Y es que en Cuba también se vota, pero quienes están en el poder lo conservan ya por más de medio siglo sin oposición electa para ningún cargo.
Una Constitución es un conjunto de principios fundamentales, donde se garantizan los derechos humanos y se establece la organización del estado y la división de poderes. No es un reglamento estatutario como se pretende con cientos de artículos. La que tenemos con 350 es más que suficiente. Para lo específico están las leyes y los reglamentos, que van de lo general que tiene que ser la Constitución a lo particular.
Una Constituyente tiene como objetivo construir el nuevo Pacto Social de la nación, exige un proceso cooperativo y no confrontativo como el que está en marcha. Muchos candidatos hablan de la Constituyente más para destruir, meter preso a la fiscal, atropellar a la disidencia opositora y acabar con el parlamento, que para construir un supuesto nuevo orden jurídico como lo establece la Constitución. Vamos todos a dar lo mejor de nosotros para impedir este nuevo fraude. A mayoría de los países del mundo nos apoyan. Ahora o nunca.
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