A lo largo de esta diatriba política y del desencantamiento del pueblo venezolano de una política que los defraudó y los estafó, la unidad de los partidos políticos ha sido el eje fundamental para el rescate de la geometría de poder del Estado venezolano y de otras instancias que fueron contaminadas por el PSUV y los seudo dirigentes del socialismo, y que a pulso y con una agenda común transparente, apoyada por nuestro pueblo demócrata, hemos avanzado y reafirmado que los venezolanos sólo reconocemos la democracia como único modelo a seguir.
Si hacemos un reconteo reciente de los logros de la unidad nacional, el diciembre de 2015, acabamos con un mito y con una monarquía roja que se había enquistado en la Asamblea Nacional, y es que con una mayoría calificada logramos regresar nuevamente al parlamento a legislar en función del bien colectivo y del país. No obstante, desde ese momento nos convertimos en peñón en la bota de Nicolás Maduro y de sus aduladores, porque con votos y pruebas fehacientes le demostramos que perdió el arraigo popular y que sólo se mantiene en el poder por el oxigeno obsceno que recibe del Tribunal Supremo de Justicia, de la Defensoría del Pueblo, de la Contraloría General de la República y del Consejo Nacional Electoral, a cambio de favores y de vidas privilegiadas para sus cabecillas.
Más recientemente, específicamente el 16 de julio, contra viento y marea y contra la represión enfermiza del régimen, el pueblo venezolano acató el llamado de la Mesa de la Unidad Democrática en el Plebiscito contra Nicolás Maduro y dijo tres veces Sí a vivir en democracia. Por más argucias y mentiras que quieran hacer ver al país, los laboratorios del gobierno, ellos saben que marcamos historia y fuimos tendencia mundial de la rebeldía popular en niveles de civismo, constitucionalidad y determinación para dar un parao a un régimen hambreador y miserable que a través de una constituyente fraudulenta, pretenden sitiarnos y silenciarnos de manera definitiva.
Pues bien, en horas recientes las organizaciones políticas que hacemos vida en la Mesa de la Unidad Democrática, hemos firmado y refrendado un Acuerdo Unitario de Gobernabilidad del País en Democracia, ruta ésta que consideramos clave para sepultar la anarquía y el abuso de poder de este gobierno por más de 18 años, y a la vez, es un mecanismo claro para enrumbar al país hacía el futuro, el progreso, la justicia y la paz.
Por lo tanto es menester seguir actuando en unidad, y aunque entendemos y somos fieles practicantes y respetuosos de la pluralidad de las ideas y principios, hay un solo camino para lograr desencadenarnos de la tiranía y la opresión del régimen. La unidad es invencible y nos fortalece como motores de ese cambio que ha de darse en Venezuela más temprano que tarde.
Así que no caigamos en las trampas ni en los peines del gobierno, que ya sabiéndose perdidos y agonizantes, juegan a la división y a la confrontación de la dirigencia opositora. Por Dios, no les sigamos el juego a estos laboratorios del horror; nuestro compromiso es con Venezuela, así que a seguir luchando unidos, venciendo todos los obstáculos y los demonios desatados en estas horas menguadas. Tengan confianza que Dios nos ilumina el camino y bendice cada una de nuestras actuaciones por la democracia y la paz de nuestro país.
Luis. E Parra
Diputado a la Asamblea Nacional
Primero Justicia Yaracuy
@LuisEParra78