Lágrimas, confusión e indignación se evidenciaron en los alrededores del Comando de Zona N° 71 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en Porlamar, entre familiares y amigos de las 59 personas detenidas durante las protestas que realizaron los neoespartanos, simultáneas al paro cívico de este jueves, publicó El Sol de Margarita.
Pedro Arévalo, coordinador del Foro Penal en Nueva Esparta, confirmó que sólo cuatro de los detenidos serán sometidos a la justicia militar, y precisó que se trata de los que están recluidos en el Destacamento de Seguridad Urbana (Desur) en Santa Ana, municipio Gómez.
Entre los privados de libertad se encuentran cinco adolescentes y dos mujeres de la tercera edad, una de ellas de nacionalidad chilena y quien padece de lupus.
La audiencia de los menores se realizaría durante este viernes, tal como lo establece la Ley Orgánica de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes.
Posición absurda
El obispo de la Diócesis de Margarita, monseñor Fernando Castro Aguayo, lamentó que ese grupo de personas sea sometido a la justicia militar y trasladado a una jurisdicción foránea, con lo que supone mayor incertidumbre para sus familias en virtud de la lejanía y sobre todo porque se les impone una defensa que ellos no han elegido.
El máximo representante del clero católico en la entidad abogó para que todas esas personas sean liberadas, al tiempo que aseguró conocer que los procedimientos con los cuales fueron detenidas, desde su percepción, en muchos de esos casos, involucraron actuaciones inhumanas por parte de los representantes de los organismos de seguridad.
Monseñor Castro Aguayo deploró que hayan sido violados los hogares de esas personas y en otros casos, de manera absurda, fueron detenidas simplemente por volantear o estar en otras actividades perfectamente legítimas.