Las 300 casas de alimentación en la entidad larense cerraron sus puertas ante la escasez de alimentos. Más de mil personas que se beneficiaban con estas, entre abuelitos y familias de bajos recursos quedaron mirando lejos y sin la papa. Esto generó que esas personas migraran a asociaciones y fundaciones que se han mantenido solo para brindarle una mano amiga con alimento a los más necesitados, reseña La Prensa.
Las casas que funcionaban como comedores en las comunidades eran ayudadas con los alimentos por Mercal y Fundaproal. Con eso desde la gestión de este Gobierno se beneficiaban las personas de bajo recursos, de la tercera edad y los que viven en la calle. Sin embargo, según Humberto Agudo, ex coordinador parroquial en Iribarren, “desde hace dos años las malas políticas de alimentación de este Gobierno generaron que todos esos lugares, incluyendo los comedores, pasaran a ser solo un recuerdo para los guaros”, indicó.
Largas colas desde tempranas horas hacen las personas en los lugares donde aun ofrecen comida gratuita, entre estos está la Asociación Civil Ciudad de los Muchachos Barquisimeto, la casa de los abuelos de la Alcaldía el municipio Iribarren, y el Plan Paquita de la Gobernación del estado Lara.
La Asociación Civil Ciudad de los Muchachos Barquisimeto, ubicada en la carrera 13 con calle 43, además de ser casa hogar, desde hace 17 años ofrece comida para las personas de bajos recursos y en extrema pobreza, y sin tener ningún tipo de ayuda del Gobierno, de la mano de donaciones tanto de empresas como de la comunidad ha sido posible de mantener a pesar de la crisis.