Albert O. Soto: El verdadero enemigo

Albert O. Soto: El verdadero enemigo

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Cada amanecer en Venezuela está cubierto con el velo de la incertidumbre. Lo político, social y económico es tan volátil como la gasolina. Las protestas cesaron, la calle ha vuelto a la “normalidad”. Un ambiente de decepción y frustración nubla el buen juicio político –y no sin razón- de la juventud venezolana, cansada de la política tradicional que es la culpable de la situación tan crítica que vivimos ahora.





El venezolano ha pasado su vida buscando culpables por las tragedias sucedidas, algo de lo cual suelo quejarme mucho, pero en este momento si debo culpar a la política tradicional de este desastre. ¿Y por qué? Sí, es cierto que no es momento para dividir ni para jugar el juego del Gobierno, pero si es momento de analizarse y examinarse a profundidad y evaluar el daño tan peligroso que estas acciones demagogas han causado en el país.

Nombraron elecciones y fue como nombrar piñata en fiesta de niños: todos se abalanzaron al centro de la sala intentando agarrar el mejor dulce. No estoy en contra de las elecciones, estoy en contra de la irresponsabilidad de algunos dirigentes al momento de explicar el porqué. Estoy en contra de que ciertos sectores opositores se manejen con los mismos vicios que hemos jurado destruir y tanto nos han hecho daño. Estoy en contra de los egos, individualismos e intereses banales. Y por último, estoy en contra de la falta de organización, estrategia y falta de solidaridad de algunos sectores.

Tantos sentimientos encontrados al ver como el Gobierno los desestabiliza por un caramelo. Lo he dicho en reiteradas oportunidades: no pueden subestimar al Régimen. Luego de instalada la Fraudulenta, varios dirigentes salieron con las tablas en la cabeza aceptando que subestimaron al enemigo, intentando ganarse al pueblo que dejo de creer en sus acciones por carecer de veracidad. Años escuchando ese “no creo que lo vayan a hacer”, y a los días lo hacen, encontrándonos con los calzones abajo.

El dilema de acudir o no a unas elecciones es fácil de resolver, y varios dirigentes han sido lo bastante sensatos en explicarlo. Los espacios no deben abandonarse y deben batallarse en diversas áreas, para ello deben de existir individuos encargados de hacerlo en cada campo. La molestia de quienes día a día lucharon en la calle, es que muchos no cumplieran su responsabilidad en la AN y ahora quieran optar por ser gobernadores.

La política necesita coherencia y responsabilidad. Quienes sufrieron la pérdida de un familiar en las protestas merecen ser informados con transparencia respecto al porqué del camino que se está tomando. La altivez con la que ciertos personajes se expresan demuestra una gran falta de empatía.

Tengo claro quién es el enemigo, tengo claro quiénes son mis compañeros de lucha, y por eso mismo, por considerarlos mis compañeros es que me permito ser tan directo. El Gobierno se debilita cada día, no podemos seguir “mientras vaya viniendo vamos viendo”, es clave estar un paso delante de las jugarretas de los rojos, así, y solo así venceremos.

@Albertsoto18

Dirigente juvenil del Movimiento Progresista de Venezuela en Caracas