Preocupa la extrema pasividad gubernamental que se observa ante la grave crisis que afecta a la nación Venezolana, lo más angustiante es que no vemos decisiones que den soluciones inmediatas para al menos detener el continuo deterioro observado en nuestra calidad de vida, la cual es causada por la angustiante caída del consumo, una hiperinflación galopante, crecientes niveles de pobreza y altos niveles de desnutrición sobretodo en niños y ancianos.
Nota de prensa
Las medidas anunciadas de manera permanente por voceros oficiales para mejorar el deterioro de la crisis que nos empobrece, producen efectos contrarios a los anunciados, así lo observamos en la caída continua de la producción nacional, menores importaciones, precios de los productos crecientes y la imposición del paralelo como el marcador del precio de cualquier producto que deseamos adquirir, lo cual demuestra la poca cantidad de dólares oficiales utilizados para sostener volúmenes de adquisición de materias primas de lo que más consumimos los Venezolanos.
Las importaciones las está realizando el gobierno directamente pero lo que observamos es que lo que se trae en alimentos, se destina la gran mayoría para sostener el sistema de distribución de comida subsidiada a través de los CLAP, lo cual se ha convertido en la única expectativa que tienen las familias de adquirir sus alimentos a precios más bajos al existente en el mercado. Lo preocupante es que su distribución es manejada por los consejos comunales y distribuidos a los identificados como “solidarios al proyecto”.
Las soluciones que observamos están enmarcadas en la estrategia oficial de mayor control y disposición a su libre albedrio del funcionamiento de la nación, los cuales se hacen evidentes en cada una de las medidas tomadas, las cuales no resuelven las graves limitantes que padecemos pero lo que si se observa es el creciente empobrecimiento de las familias, no solamente causadas por la pérdida del poder adquisitivo de sus ingresos, también de su capacidad de consumo como resultado de los altos niveles de escasez que existen en los productos básicos necesarios para cubrir nuestras más elementales necesidades.
La falta de soluciones oportunas y efectivas, la pretenden tapar los voceros oficiales acusando a otros de las calamidades que padecemos, bien sea la conspiración financiera internacional para estrangular al país, la guerra económica o cualquier argumento que su estrategia les recomienden.
Pero todos los Venezolanos sabemos que en estos últimos 10 años se han manejado los mayores ingresos petroleros que gobierno alguno a recibido desde que se inicio la explotación de hidrocarburos, hace mas de 100 años, así como los masivos préstamos recibidos por endeudamiento externo que totalizan casi 200 mil millones de $.
Cuando sumamos el total de esos ingresos por venta de petróleo y endeudamiento externo su sumatoria alcanzan el trillón de dólares (un millón de millones de $). Superando en ingresos percibidos a casi todos los países de Sur América con excepción de Brasil. Lo triste es que todos los demás países de la región nos superan en crecimiento económico, desarrollo humano y calidad de vida.
¿Habrá soluciones a esta crisis?